Cada vez son mas agresivos y notoriamente publicitados los actos organizados en ofensa gratuita de la religión y, específicamente, de la iglesia católica. Este es uno de los frutos de la agenda política del psudoprogresismo laicista de género que tanta fuerza tiene en españa en estos momentos. Esta agresividad laicista no sólo debe preocupar a los católicos sino también a todos los que defendemos que existe una verdad sobre el hombre, que existe un fundamento objetivo para la moral, que hay cosas buenas y cosas malas.
En efecto, el ataque a la iglesia católica es en el fondo hoy dia un ataque a los que afirman que existen la verdad y el bien y que se pueden defender como tales proponiéndolos razonablemente a la libertar de los demás en el diálogo propio de una sociedad pluralista y democrática.
Lo que no soportan los enemigos de la religión es que alguien diga que existe una verdad sobre la naturaleza humana y que, en consecuencia, hay bienes dignos de respeto siempre y hay males dignos de rechazo siempre. el ataque laicista a la religión en una sociedad democrática es un ataque a los derechos de la verdad y en consecuencia a al razón y, por eso, debería preocupar y ofender a todo el que defienda la capacidad de la razón humana de conocer la verdad sobre el ser humano.
La actual agresividad contra la religión y la iglesia es en el fondo un ataque a la libertad para conocer y decir la verdad y, por lo tanto, es cuestión que nos afecta a todos. Conviene darle la importancia que tiene -que es mucha- a esta agresividad laicista contra la religión, Por que lo que está en juego es el carácter humanista de nuestra sociedad fretne a toda tentacion totalitaria.