A nuestros hijos muchas veces les cuesta saber cómo se sienten los demás. Les cuesta “ponerse en la piel de los otros”. Esta capacidad se llama empatía y nos ayuda a darnos cuenta de cómo se siente una persona, qué le sucede y a pensar en cómo podemos ayudar.
Para aprender a ser más empáticos, tenemos que escuchar a los demás. Solo observando lo que nos rodea nos podemos dar cuenta de cuáles son los problemas de los otros. Si solo pensamos en nosotros mismos no podemos ser empáticos con los problemas de los demás. El primer paso es aprender a observar a los demás y que nos preocupe lo que les está ocurriendo.
La empatía es un valor que se puede fomentar desde la familia o el centro escolar. “La familia es el mediador afectivo que más relacionado está con la conducta prosocial y altruista. En la familia, las personas pueden desarrollar sentimientos sociales positivos, conocer y regular sus emociones (inteligencia emocional), aprovechar la energía motivacional de éstas y el beneficio que tienen en las relaciones con los demás”, nos explican en este interesante artículo. La familia suele ser el mejor lugar para desarrollar la empatía desde pequeños.
Cómo podemos ayudar a nuestros hijos a cultivar la empatía
Desarrollar la empatía ayuda a nuestros hijos a ser más sensibles a los problemas y sentimientos de los demás. Les ayuda a comprender a los que les rodean y respetarles. Además les anima a intentar solucionar sus pequeños conflictos con la conversación y el diálogo y no con gritos o comportamientos violentos. La empatía además les ayuda a comunicarse con los demás.
Los padres podemos ayudar con nuestro ejemplo. Si nuestros hijos ven que pedimos perdón a los demás y que nos ponemos en la piel de otras personas, pensarán que tienen que imitar nuestra conducta. Si por el contrario nos oyen hablar de forma inadecuada en casa de los profesores, familiares o vecinos, copiarán nuestra conducta. Tenemos que evitar poner etiquetas a otros niños y adultos y ser maleducados o violentos con los demás.
Si queremos fomentar la empatía en nuestros hijos tenemos que promover la buena educación, la solidaridad y el trabajo en equipo. Os vamos a dar unos sencillos consejos para ayudar a mejorar la empatía de nuestros hijos.
1. Valorar las emociones
El primer paso para comprender a los demás es entender nuestras propias emociones y actitudes. Nuestros hijos tienen que conocer y dar importancia a sus emociones ynosotros les podemos ayudar hablando con ellos e intentando que las verbalicen. Por ejemplo, podemos preguntarle la razón por la que está triste o enfadado. Una vez que comprendan sus emociones será más fácil que entiendan los problemas de los demás. Si ven que un compañero está triste o enfadado comprenderán su actitud porque ellos también han sentido las mismas emociones.
2. Hablar de sus sentimientos
Otra buena idea es elegir un momento al día para hablar de lo que les ha ocurrido en la jornada. Por ejemplo, la cena puede ser el lugar perfecto. Podemos preguntarle por lo que le ha ocurrido durante el día en el colegio e intentar enseñarles a pensar en los problemas de los demás. Por ejemplo, si nos cuenta que ha pegado a un compañero porque le ha quitado el balón en el patio o que se ha enfadado porque alguno se ha metido con él, tenemos que ayudarle a pensar en una solución. Al día siguiente podrá hablar con su compañero e intentar arreglar sus problemas. Si le castigamos no solucionaremos el problema. El castigo solo logra que los niños se porten bien por miedo. Es más efectivo obligarle a hablar con su compañero y pedirle perdón.
3. Fomentar la cooperación
Si queremos que nuestro hijo desarrolle la empatía, una buena idea es intentar que coopere en las tareas de la casa. Por ejemplo, que aprenda a recoger la habitación todas las tardes con sus hermanos o a poner la mesa para la cena. Incluso llegará un día en el que él mismo se ofrecerá para realizar esas tareas. También tenemos que fomentar que trabaje en equipo con sus compañeros de clase y que les ayude cuando le necesitan.
4. Actividades positivas
Otro consejo es hacer en casa actividades que puedan resultar positivas para todos y que les ayuden a preocuparse por los demás. Podemos crear situaciones en las que nuestros hijos puedan ponerse en la piel de los otros como esos vecinos que tienen problemas económicos, ese compañero que tiene a su padre enfermo o ese abuelo que vive solo en el piso de al lado. Le ayudará a valorar la solidaridad de su familia y a pensar en los problemas de los demás. Incluso entre todos podemos pensar en alguna acción para ayudar a estas personas que lo están pasando mal.
5. Actividades extraescolares
Los deportes de equipo son una buena forma de fomentar el compañerismo y el trabajo en grupo. Podemos apuntarles a actividades extraescolares que fomenten la empatía con niños de su misma edad como el fútbol, el baloncesto o el ballet. Actividades en las que es importante el trabajo en equipo para lograr el éxito.