Estudiar sin ninguna organización ni método sólo puede conducir al fracaso escolar, un problema importante en nuestro país, porque España es el segundo país de la Unión Europea en fracaso escolar, con un 19% de jóvenes entre 18 y 24 años que han abandonado prematuramente el sistema educativo, según los datos de Eurostat de 2017.
El alumno tiene que planificar y marcar un plan de estudio para cada día. “Cuanto más se conozca a sí mismo el alumnado como estudiante y conozca las distintas técnicas de estudio que tiene a su disposición, más fácil le será seleccionar las más adecuadas a cada situación para crear sus propias estrategias de aprendizaje”, se explica en Técnicas de estudio y estrategias de aprendizaje. “Aprender a estudiar sacándole partido a las capacidades personales es muy parecido a un entrenamiento físico: hace falta voluntad, un buen entrenador y constancia. Si no conocemos la manera de hacerlo no llegaremos a tener buenos resultados. Hay que querer, pero también saber”.
Estudiantes proactivos
El primer problema surge cuando comprobamos que los alumnos durante el curso son solo receptores pasivos. Acuden a las clases, no tienen rutina de estudio y no planifican tareas. En el momento en el que se enfrentan a unos exámenes son poco autónomos y no son capaces de planificar el estudio.
Nuestros hijos tienen que ser educados desde pequeños en técnicas de estudio para que cuando lleguen los exámenes sean más autónomos. Incluso muchas veces los padres cometemos el error de ayudarles a hacer los deberes e incluso a estudiar. Nuestros hijos tienen que ir poco a poco aprendiendo a ser autónomos. Incluso antes de los 10 años deben ser capaces de hacer los deberes por sí solos y ser responsables de su agenda.
En época de exámenes es importante que duerman bien porque favorece el aprendizaje y la memoria. También deben realizar comidas sanas y saludables que incluyan frutas, verduras, proteínas, carbohidratos y ácidos grasos omega 3 presentes en los pescados azules y los frutos secos. Como bebida deben priorizar el agua y evitar los refrescos con cafeína o las bebidas energéticas.
Además, necesitan un lugar para estudiar fijo. Tienen que tener disponible un lugar limpio, ordenado, luminoso y alejado de distracciones. Es fundamental que tengan un calendario para planificar las horas de estudio, las fechas de los exámenes, las actividades deportivas y las horas de tiempo libre.
También deben saber que hay que hacer pausas después de cada 30 o 40 minutos de estudio porque la concentración baja. Tienen que aprender antes de enfrentarse a los exámenes a leer los apuntes, repasar las asignaturas y hacer resúmenes.
Cinco técnicas de estudio
Para estudiar es necesario elegir alguna técnica de estudio. A cada alumno le funciona uno diferentes. Por ejemplo, hay alumnos a los que les funciona subrayar o hacer fichas mientras que otros prefieren hacer esquemas. Lo que hay que encontrar es la técnica de estudio que mejor se adapte a nuestro hijo para estudiar. Os vamos a hablar de 5 técnicas de estudio que suelen funcionar a los alumnos.
1. El clásico método Pascal
Un método clásico que sigue funcionando a muchos alumnos. Se basa en realizar una lectura rápida para obtener la idea global y una lectura comprensiva con subrayado. Después se debe hacer un resumen o esquema y ya luego proceder al estudio y memorización. Por último, se recomienda el repaso de lo estudiado.
2. Reglas mnemotécnicas
Para algunos alumnos funciona el método de memorizar listas cortas de conceptos que aparentemente no tienen vinculación lógica. El método consiste conceptos nuevos con elementos que más familiares, palabras clave, siglas, abreviaturas o acrónimos. Un método que no funciona para todos los alumnos y que se debe practicar antes de ponerlo en práctica.
3. Pensamiento visual
Nuestros hijos viven en un mundo de imágenes por lo que un buen método es utilizar el dibujo para sintetizar contenidos, conceptos y emociones. No importa cómo se haga el dibujo sino su utilidad para el alumno. Cada uno tiene su método para dibujar. Por ejemplo, se pueden utilizar pictogramas, figuras geométricos o bocetos.
4. Practicar con exámenes
De nada vale estudiar todo el contenido si luego nuestros hijos no saben contestar en los exámenes. Una buena idea es practicar con preguntas parecidas a las de años anteriores, así como los ejercicios prácticos. Por ejemplo, en asignaturas como matemáticas, gramática o idiomas.
5. Mapas mentales y esquemas
Por último, os recomendamos una técnica que funciona para muchos alumnos: los mapas mentales y esquemas. Se trata de sencillas representaciones gráficas en las que se visualizan ideas con una jerarquía. El mapa mental parte de un tema principal que se coloca en el centro en un círculo u óvalo. Las ideas secundarias se disponen de manera radial, conectadas con la central a través de líneas o flechas.
Estas 5 técnicas de estudio pueden ayudar a que nuestros hijos aprueben los exámenes en un futuro, pero sobre todo para que aprendan a estudiar. Sin organización y sin técnicas de estudio será complicado que nuestros hijos puedan afrontar con éxito los exámenes.