El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de anunciar que el crecimiento vegetativo de la población española presenta un saldo negativo de 19.268 personas durante la primera mitad de 2015. Varias asociaciones del ámbito civil vienen alertando del preocupante estado demográfico de España.
En estos días de inicio de campaña electoral no se ha oído a candidato alguno, ni en debates ni en declaraciones, anunciar, no una solución – habría sido sorprendente – sino, como mínimo, una preocupación por la situación.
Es verdad que hablan de ayudas a las familias – la institución más valorada por los españoles pero que, para nuestra clase política se pone de moda exclusivamente en periodo electoral – pero con propuestas vagas, sin concretar mucho o dando ideas que, ni por asomo, van a resolver el grave problema.
El Foro Español de la Familia, junto con otras asociaciones de la sociedad civil, ha presentado varias propuestas de medidas de apoyo y soporte al pilar básico de la sociedad. Propuestas de tipo político, como introducir la perspectiva de familia a todas las políticas públicas; de conciliación; económicas en el ámbito de la fiscalidad y de seguridad social; de apoyo a la maternidad y a la estabilidad matrimonial así como varias en el ámbito educativo.
Es verdad que las medidas sobre conciliación y de ayudas económicas pueden ayudar a frenar el descenso de la población pero es muy probable que no sea suficiente y hará falta concienciar a la sociedad y, principalmente, a lo matrimonios jóvenes.
Será difícil sensibilizar a nuestros jóvenes, a los que no se les ha educado precisamente en el esfuerzo y el compromiso, pero es necesario empezar ya y de manera urgente.
La solución no es fácil y serán necesarios la disposición y el esfuerzo de todos, sociedad civil y políticos, para encontrar las medidas necesarias que puedan corregir el grave problema demográfico con el que se van a encontrar nuestras próximas, y no muy lejanas, futuras generaciones.