Ante una sociedad en gran medida desesperanzada, crispada, indignada y asombrada ante tantos fenómenos negativos como llenan las páginas de los periódicos, los manifestantes del 22N dieron testimonio de que existe una gran energía positiva en la sociedad española encarnada en personas capaces de defender ideales nobles, y de superar las incomodidades y sacrificios que supone dedicar un fin de semana a una manifestación para apostar por una auténtica regeneración humanista.
La alegría y firmes convicciones que toda la sociedad pudo captar en los manifestantes del 22N es una señal clara de que podemos mejorar, de que no tenemos por qué acostumbrarnos a lo peor, de que es posible el esfuerzo colectivo por construir una sociedad amable con la vida.
El compromiso de reiterar, si fuese necesario, la misma manifestación el próximo 14 de marzo también es indicativo de que los manifestantes del 22N se toman en serio el compromiso de insistir en sus reivindicaciones y su testimonio cuantas veces sea necesario, hasta que consigamos el objetivo de una sociedad sin abortos y que las mujeres embarazadas se encuentren en un ambiente de acogida cariñosa con la vida
Gracias a todos los manifestantes del 22N, a todos los voluntarios que lo hicieron posible, a todas las asociaciones convocantes y adheridas por haber hecho posible un día que nos llena a todos de ánimo y esperanza.
GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS