Además de prepararnos para asistir a la manifestación del 22N, los defensores de la vida debemos de forma continua (y al margen de lo que hagan los políticos) poner los medios a nuestro alcance para crear la cultura de la vida en nuestra sociedad Estos medios son al menos lo siguiente:
– Hablar mucho, en todos los sitios, con ocasión y sin ella, de la vida, la mujer y la maternidad.
– Hacer visibles al niño no nacido como el ser humano que es y a la mujer embarazada como alguien que tiene derecho a no estar sola, a ser ayudada y acompañada para ser madre.
– Ejercer todos los derechos constitucionales para defender la vida: libertad de expresión y de comunicación, derecho de manifestación, derecho de voto, etc.
– Educar en la familia y desde la familia a las nuevas generaciones en la responsabilidad afectivo-sexual y en el respeto a la vida.
– Dar testimonio de que la vida merece la pena en la personal paternidad/maternidad, en las relaciones familiares, en la vida matrimonial, en la solidaridad con las mujeres embarazadas en riesgo de exclusión.
– Una inmensa paciencia y una perseverancia sin límites con rectitud de intención, sin desánimos ni abandonos desesperanzados.
– Un gran respeto y aprecio a la libertad: se trata de proponer para convencer, con razones y una sonrisa permanente.
– Una esperanza que no decae: nuestro objetivo se logrará aunque no sepamos cuándo ni cómo. Lo nuestro es poner los medios a nuestro alcance sin obsesionarnos con los resultados inmediatos o su ausencia.