Se estrena ahora la recreación de la propia historia de Maléfica en imagen real y 3D estereoscópico, aunque con abundantes animaciones digitales.
Maléfica (Isobelle Molloy) es una bellísima niña con un corazón puro y unas asombrosas alas negras. Vive en un idílico bosque mágico, al que nunca entran los humanos. Hasta que un día se interna el Príncipe Stefan (Michael Higgins), un chaval cariñoso e inteligente que se gana el corazón de la ya adolescente Maléfica (Ella Purnell). Pero el destino los separa hasta que, años después, el padre de Stefan, el codicioso Rey Henry (Kenneth Cranham), intenta invadir el Reino Mágico con su poderoso ejército. Pero la ya adulta Maléfica (Angelina Jolie) le frena con decisión, desplegando sus impresionantes poderes, aunque sufre una cruel traición que endurece su corazón hasta convertirlo en piedra. Por eso, cuando el ya Rey Stefan (Sharlto Copley) celebra el nacimiento de su hija, la Princesa Aurora, Maléfica lanza al bebé una terrible maldición, que se cumplirá cuando la niña cumpla dieciséis años.
Lo que más impresiona de “Maléfica” es su imaginativa y apabullante resolución visual, similar a la de “Alicia en el País de las Maravillas”, de Tim Burton, o a la de “Oz, un mundo de fantasía”, de Sam Raimi. De hecho, en ella debuta tras la cámara el estadounidense Robert Stromberg, director artístico de esas dos películas, por la primera de las cuales ganó el Oscar 2011, revalidando el que había obtenido un año antes por “Avatar”. No están al mismo nivel de este impresionante diseño de producción —en el que se nota los 200 millones de dólares de presupuesto— otros apartados del filme, como el guión de Linda Woolverton (“La bella y la bestia”, “El rey león”, “Alicia en el País de las Maravillas”) —a veces, arrítmico e insustancial—, la planificación del propio Stromberg —confusa en varias secuencias— o algunas interpretaciones un punto histriónicas, como la deSharlto Copley.
De todas formas, Angelina Jolie se luce en todo momento, Elle Fanning le da la réplica muy bien en la piel de Aurora adolescente y el resto del reparto cumple con creces, sobre todo los principales responsables de los contrapuntos humorísticos: Sam Riley —que da vida al sufrido cuervo mutante Diaval— e Imelda Staunton, Juno Temple y Lesley Manville, maravillosas como las tres torpes hadas madrinas de Aurora. Queda así un filme quizás algo tétrico y violento para los más pequeños, pero impresionante en sus paisajes imaginarios, vibrante en sus batallas, fascinante en los vuelos de Maléfica, certero en su dura crítica a la codicia y a la falta de lealtad, y positivo en su elogio del amor a la Naturaleza, la maternidad, el arrepentimiento, el perdón y el poder redentor del amor.