Bajo el socorrido paraguas del “riesgo de exclusión”, nos enteramos de que “Metro de Madrid” permitirá viajar gratis a transexuales. Hay gente que no pierde una sola oportunidad para hacer el ridículo.
¿Qué hace diferentes a los transexuales de otros grupos en riesgo de exclusión para que viajen por la cara? Se nos ocurre que hay muchos indigentes en una situación mucho más grave de exclusión que estos colectivos. También están las embarazadas cuya maternidad está penalizada en la España de hoy. También muchos enfermos de las llamadas “enfermedades raras” se encuentran en riesgo de exclusión porque no resulta rentable la investigación sobre su dolencia. Y podíamos seguir buscando más ejemplos, pero no se trata de cansar a nadie con lo obvio.
Entonces, ¿cuál es la diferencia? Sencillamente que los grupos antes mencionados no tienen un lobby agresivo detrás que utilice sus reivindicaciones en beneficio propio. La Ideología de Género se impone por exclusión, no por integración.
Pero al fin y al cabo, esta imposición de un privilegio inmerecido no sería posible sin el concurso de un complejo de inferioridad por parte de quienes tienen la capacidad de hacerle frente, es decir, de quienes tienen la responsabilidad de gestión en “Metro de Madrid”. Necesitan hacerse perdonar su propia debilidad antes de que esta se haga manifiesta. No son conscientes, o sí, de que de cualquier forma les van a sacudir, hagan lo que hagan. Parece que sólo quieren que les sacudan “un poquito”. Con eso se conforman.
Y mientras, el ciudadano de a pie, el que todos los días tiene que ganarse el pan y tiene que hacer equilibrios presupuestarios para llegar a fin de mes, asiste atónito a los despropósitos y privilegios de una nueva “clase” artificial que no busca otra cosa que ser la única… y los demás a callar o a pedir perdón por existir.
Ignacio García-Juliá
Director General del Foro de la Familia