El presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá, denunció la campaña de la izquierda española «para usurpar el derecho de los padres a educar a sus hijos en libertad» mediante la división de la sociedad civil y el ataque a la enseñanza concertada.
Para García-Juliá, «la familia es el principal obstáculo de los poderes públicos para imponer una ética estatal. Por ello, el objetivo es acabar con el derecho de los padres a educar conforme a sus valores y creencias garantizándose el libre acceso a las conciencias de los menores, como ya intentaron en su día con Educación para la Ciudadanía y ahora retoman con programas como Skolae o asignaturas como EPC bis mientras ponen en el punto de mira a los centros concertados».
«La izquierda ha tomado nota de la respuesta masiva que padres y centros dieron a EPC en la calle y en los tribunales. Por eso buscan ahora un doble frente para dividir la oposición. Por un lado apuntan a los centros concertados, mediante el anuncio de la modificación del artículo 109.2 de la LOMCE, haciendo que las patronales de la concertada luchen por defender sus derechos y los de los padres que les han confiado sus hijos. Al mismo tiempo, los poderes públicos anuncian (o imponen, como hace Skolae) contenidos que pueden entrar en conflicto con valores o creencias de muchísimos progenitores, especialmente en lo referente a sexualidad e ideología de género«, analiza el presidente.
Los padres debemos movilizarnos
Un ejemplo de esta estrategia se ha vivido en Navarra con Skolae. «La consejera de Educación, María Solana, apuntaba el pasado viernes ‘concesiones’ a los centros concertados para que alcanzaran los objetivos del programa con sus propios métodos y no los que propone la Consejería. Sin embargo, la ideologización de los menores sigue siendo obligatoria, se sigue ignorando a los padres, que son los garantes del derecho a la educación de los hijos, y se discrimina a quienes llevan a sus vástagos a la enseñanza pública, que queda de nuevo rehén del Gobierno de turno».
Desde el Foro de la Familia, «hacemos un llamamiento a los padres, en primer lugar, para que se movilicen en defensa de sus derechos. También a la comunidad educativa, a que no nos limitemos a lo nuestro, sino a pensar en los verdaderos afectados: los niños. No se trata de público o concertado, lo que nos jugamos son derechos y libertades fundamentales como ciudadanos».