Cuando hablamos de conciliación tendemos siempre a pensar en la mujer. Sin embargo, la conciliación más urgente y grave es la del padre. Es la presencia del padre en el hogar la que se debe lograr para que la mujer pueda conciliar trabajo y familia.
La ausencia de la figura paterna en casa es la crisis más profunda del siglo XXI, es el principal problema de los países modernos y la tendencia demográfica más grave. Existe también la figura del hombre presente en el hogar pero que no ejerce como tal, lo que se podría denominar como «ausencia psíquica del padre». Y por último, también están los padres que quieren ejercer como tales pero que no saben cómo.
El padre no es aquel que colabora en la procreación o que trae los recursos a la familia, no es un doble de la figura materna. Es mucho más que todo eso. Es una figura imprescindible que dota de equilibrio dando una mayor autoestima y autocontrol a los adolescentes. El papel masculino es esencial y la sociedad y los medios de comunicación deben valorar y respetar la figura paterna en la familia.
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