El presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá, se mostró precavido ante el anuncio del nuevo Gobierno de la creación de un Alto Comisionado para acabar con la pobreza infantil en España. «La pobreza infantil es la pobreza de las familias en las que estos niños viven. Sacar a la familia de la ecuación desde el principio no es muy alentador«.
«Si el señor Pedro Sánchez quiere solucionar realmente la pobreza infantil, debe trabajar con las familias de estos niños. Los niños forman parte de una familia, no son entes aislados. Si la idea es invertir en la familia para proteger a los hijos, estamos con usted, pero cuidado con las tentaciones de romper familias por no tener unos ingresos suficientes según el Gobierno», indica García-Juliá.
«Por supuesto que desde el Foro de la Familia buscamos lo mejor para los niños. En este sentido, pedimos al presidente que cambie el ‘infantil’ de la denominación del Comisionado por ‘familiar’ y sea uno de los puntos de la Ley Integral de Familia que necesita este país».
Por eso, «es importante que el Gobierno se deje de titulares llamativos y pase a explicar, al menos a grandes rasgos, lo que se persigue con este nuevo órgano. Debería decir si va a establecer unos ingresos mínimos para que un menor pueda ser feliz y cuánto será este mínimo. Si esto fuera así, debería aclarar qué piensa hacer con aquellas familias que no pudiesen llegar a la cuantía que establezcan como necesaria para garantizar la felicidad de sus hijos», reclama el presidente.
«Debe decirnos si está pensando en el sistema noruego que retira la patria potestad a los padres que no cumplen este ‘requisito’ o si está pensando en prestaciones por hijo a cargo y medidas que apoyen a la unidad familiar como la gratuidad de los libros de texto, aumento de becas, comedor gratuito para familias numerosas…».
«La familia aporta a los menores mucho más que su mera manutención y cuidado, aportando al Estado 5 veces lo que éste invierte cada hijo. Es una escuela de vida y la primera célula de socialización de los individuos. Mejorar sus condiciones de vida es de justicia, pero no lo sería a costa de su ruptura por cuestiones dinerarias máxime cuando aún hay mucho que mejorar desde los poderes públicos en materia de inversión familiar«