Verdad-mentira, Madrid-Barsa, derecha-izquierda… Estamos acostumbrados a vivir entre binomios. Más a menudo de lo necesario, vemos a nuestro alrededor (y en nosotros mismos) posturas contrapuestas de antemano sobre casi cualquier tema, por muy absurdo que sea, y existe el impulso de adherirse a una de esas dos posturas, lo que nos etiqueta y nos permite etiquetar a quienes se adhieran a la postura contraria.
No estamos acostumbrados a escuchar o leer opiniones razonadas en debates televisivos o en artículos de prensa escrita (en redes sociales a este tipo de opiniones ni se las espera) y, cuando lo hacemos y esa opinión no se enmarca por completo en una de las dos posturas polarizadas, nos sentimos incómodos.
Es una cuestión de sentirse identificado, y es más fácil sentirse identificado con quien representa una opinión preexistente a nuestro razonamiento y a la cual nos hemos adherido sin dedicarle mucho tiempo a la sana (y menos de moda cada vez) actividad de pensar.
He constatado que, al intentar razonar uno mismo antes de adherirse o criticar una de las dos opiniones de un binomio, se encuentran a menudo matices y hasta aspectos en común entre las dos posturas. Esto es muy sano para cualquier conversación o debate, ya que, al salirte del marco predefinido, es más fácil encontrar puntos en común sobre los que elaborar el diálogo con quien piensa distinto.
Esto no significa relativismo, ya que después de razonar, veremos que efectivamente hay binomios objetivos y sí ocuparemos una de las dos posturas contrarias. Incluso cuando no sea así, y veamos puntos en común entre dos criterios contrapuestos, no quiere decir que aceptemos por entero ninguno de los dos, sino que descubriremos nexos desde donde poder elaborar nuestro razonamiento con una predisposición al entendimiento mucho mayor.
Desde el Foro de la Familia se defienden y promueven los valores de la familia, como sabéis bien. Aquí vemos también un binomio, el de defensa-ataque, ya que la existencia de una defensa sería absurda si no existiera un ataque. Siguiendo este hilo, ¿cuáles son, pues, los ataques a la familia en la actualidad que justifican la necesidad de ser defendidos?
¿Por qué la llamada “ley del divorcio express” supone un ataque a la familia?, ¿Y la ley del matrimonio homosexual?, ¿La ideología de género representa un ataque a la familia?, ¿Por qué?, ¿Y las leyes que desarrollan los llamados “derechos reproductivos”?, ¿Los vientres de alquiler?, ¿El aborto o la eutanasia?
Os animo a que dediquéis tiempo a pensar en estas cuestiones, y a que os acerquéis al Foro de la Familia siempre que queráis, porque el Foro es una asociación viva y abierta a todos. Estad atentos a nuestra web y a nuestras redes, porque este año organizaremos actividades encaminadas a esclarecer cuestiones de suma importancia para hablar bien de las cosas buenas, con criterio y con posiciones razonadas.