Madrid, 9 de septiembre de 2009.- Los actos vandálicos de un grupo de jóvenes en el Ayuntamiento de Pozuelo han hecho que algunos medios de comunicación y expertos propongan que se exija responsabilidad civil a los padres de familia por los daños causados por sus hijos y que se reabra el debate sobre como formamos a los adolescentes en la sociedad española actual.
Para el Foro Español de la Familia esta es una reflexión muy interesante ante la que queremos aportar las siguientes ideas:
Nos encanta que se reconozca públicamente la responsabilidad de los padres respecto a la educación de nuestros hijos, pero exigimos que este reconocimiento no sea solo para pedirnos cuentas cuando nuestros hijos hacen algo mal, sino también previamente para decidir en libertad como educar la conciencia moral de nuestros hijos.
Quién nos impone la enseñanza obligatoria en las escuelas de unos criterios morales que no compartimos, como sucede con todos los defensores y promotores de Educación para la Ciudadanía, no puede exigirnos después responsabilidades dado que nos está impidiendo educar en libertad. En materia de educación en valores morales hay que ser coherentes: la familia es la responsable para lo bueno y para lo malo pero es imprescindible dejarla ejercer esta responsabilidad.
Una organización del sistema educativo en el que se coarta la libertad de los padres para elegir centro escolar, para elegir modelo pedagógico, para decidir los criterios morales en que se ha de educar a nuestros hijos es incompatible con que luego se exija responsabilidad a los padres sobre los frutos en la educación de sus hijos.
La misma reflexión cabe hacer sobre los medios de comunicación social, especialmente sobre la televisión y las revistas para adolescentes que tanta influencia tienen en la formación de nuestros adolescentes con los modelos de conducta que les muestran y proponen en los programas de más audiencia o con contenidos impresos.
Para el presidente del Foro Español de la Familia, Benigno Blanco, “Series de televisión dirigidas específicamente a un público joven como Física y Química, Diario de una adolescente, Gossip Girl y tantas otras no ayudan precisamente a trasmitir modelos de responsabilidad moral y personal ni a incentivar conductas objetivamente comprometidas con la dignidad de una sociedad sana. Los poderes públicos con responsabilidad en la materia y los medios de comunicación debieran tomarse en serio su responsabilidad empezando por cumplir los códigos éticos de autorregulación inscritos por ellos mismos o la normativa de la Unión Europea sobre la protección de los menores en los medios de comunicación, códigos y normativa que en España son violados de manera sistemática como denuncian constantemente las asociaciones de radioyentes y telespectadores”.
“En definitiva –señala Benigno Blanco – es bueno aprovechar los dramáticos incidentes de Pozuelo y su impacto de en la opinión publica para hacer una reflexión sincera, sin prejuicios y ‘omnicomprensiva’ sobre como educamos reforzando el derecho de los padres a educar en libertad y viendo como desde los poderes públicos, la escuela y los medios de comunicación se puede ayudar a la familia a cumplir esta importantísima función sin intentar manipular a los niños al servicio de intereses ideológicos ni por intereses económicos”.
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Carmen González
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