Nota de Prensa
El Foro de la Familia denuncia la macabra lógica
en la cultura de la muerte
Los ejemplos de Inglaterra y Holanda y la experiencia histórica universal enseñan que la vida humana o es protegida siempre y sin excepción o su desprotección paulatina y creciente va a más de forma inexorable.
Si alguien se arroga el derecho a definir quién es humano o no y en consecuencia, quién tiene derecho a la vida, ya hemos entrado en la senda del totalitarismo y de la cultura de la muerte, se ejerza ese poder inicialmente bien con mucho radicalismo o bien con aparente moderación.
Madrid 5 de marzo de 2012.– La revista británica Journal of Medical Ethic´s propone despenalizar el infanticidio de niños recién nacidos bajo el nombre de ‘aborto post natal’ además, una clínica de Holanda tiene un proyecto de unidades móviles para practicar la eutanasia a Domicio. El Foro de la Familia manifiesta su indignación frente a estas dos noticias que reflejan cruelmente cómo existe una lógica de deslizamiento progresivo que lleva a legitimar cada vez más proyectos aberrantes en nuestras sociedades.
El presidente del Foro de la Familia, Benigno Blanco, señala que “cuando una persona o una sociedad admiten una excepción, por pequeña que sea, al principio de “no matarás”, comienza un proceso de deslizamiento paulatino que lleva a admitir progresivamente nuevos casos y nuevos supuestos, pues esa persona o esa sociedad han comenzado a acostumbrarse a la muerte y ese acostumbramiento va adormeciendo la conciencia moral respecto al respeto que merece la vida humana sin que el proceso tenga límite conocido alguno. Esto es lo que pasó en la Alemania de los años 30 del siglo pasado y es lo que está pasando en la actualidad con el aborto y empieza a suceder con la eutanasia”.
Los ejemplos citados y la experiencia histórica universal enseñan que la vida humana o es protegida siempre y sin excepción o su desprotección paulatina y creciente va a más de forma inexorable.
“Por eso –explica Benigno Blanco-, hay que reivindicar el respeto radical al ser humano desde que comienza a existir con la fecundación hasta el momento de su muerte biológica sin excepción de ningún tipo por razones de edad, grado de desarrollo, calidad de vida, salud o cualesquiera otras circunstancias. Si alguien (médico, parlamento, gobierno, etc) se arroga el derecho a definir quién es humano o no y en consecuencia, quién tiene derecho a la vida, ya hemos entrado en la senda del totalitarismo y de la cultura de la muerte, se ejerza ese poder inicialmente bien con mucho radicalismo o bien con aparente moderación. Si se quiere defender la vida hay que afirmar que ningún ser humano o institución o poder publico goza del poder de disponer de ella”.
Existe una macabra lógica en la cultura de la muerte que impide poner límites a las propuestas de desprotección de la vida.