Por eso un grupo nutrido y variado de las asociaciones que componemos el Foro fuimos a las Cortes, después de haber solicitado presenciar el Pleno que finalizaba el camino legislativo que había em-pezado unos cuantos meses antes. Unos meses marcados por un gran esfuerzo: cientos de voluntarios recogiendo firmas por pueblos y ciudades de nuestra Comunidad Valenciana, de norte a sur, de este a oeste. Después de la validación de las firmas y de su admisión, comienza el camino parlamentario. Al mismo tiempo el PP está proyectando el programa “Más Vida”, una apuesta valiente y pionera en España. De forma conjunta y natural, el Foro Valenciano con sus mas de 80.000 firmas y la Conse-lleria de Bienestar Social con la idea clara de impulsar una cultura de vida, complementan la Ini-ciativa Legislativa Popular RedMadre con el programa “Más Vida”. No podía ser de otro modo. Después del intento que hicimos por sumar a este consenso a todos los grupos de la Cámara, quería-mos asistir al Pleno que votaría la ILP.
Para mí era la primera vez que acudía a un Pleno en Les Corts, a vista de pájaro, en la tribuna de in-vitados. Y pese a que ya me habían prevenido de la sorpresa que causa el desarrollo de la mecánica parlamentaria, el comportamiento de los diputados no deja de resultar chocante. Y también los ges-tos, señales y voces que se emplean para dictar a Sus Señorías lo que se debe votar. Por otra parte, conocíamos las enmiendas de IU, el Compromís y el PSOE, y el sentido en principio negativo de su voto. Pero lo que no esperaba fue el “tono”, las expresiones y los calificativos que emplearon la Sra. Gloria Marcos (IU), la Sra. Mónica Oltra (Compromís) y la Sra. Consuelo Cátala (PSOE), rayando en el insulto, dirigidos hacia las asociaciones que habíamos promovido la ILP. Y lo patético no fue ni su pobre y anticuado argumentario, lleno de tópicos ideológicos trasnochados, ni siquiera sus burdas expresiones descalificadoras para las asociaciones y entidades que llevan trabajando a favor de las mujeres varias décadas y casi sin medios económicos, ni su tono exaltado y desmedido, como si se les estuviera arrebatando esa superioridad moral que creen poseer (la representante del PSOE llegó a decir que con esta ley se pretendía “secuestrar a las mujeres el derecho a decidir sobre su vida”). La representante del Grupo Popular, Sra. Maria Jose Garcia Herrero, defendió la ILP con un sentido común que se echaba de menos en otras intervenciones., Pero lo realmente triste es el desprecio de estos grupos, mal llamados progresistas, a las 80.000 firmas de ciudadanos anónimos y libres –muchos de ellos votantes suyos- que no siguen consignas ideológicas y que lo que quieren es echar una mano a unas mujeres, muchas de ellas adolescentes, que tienen un problema, y a las que la socie-dad, incluso su familia o sus parejas, dan la espalda.
Esta Ley sí que es una ley progresista. Garantiza el derecho de la mujer gestante que tendrá prioridad en las prestaciones y servicios públicos (sociales, educativos, de vivienda, transporte y empleo) y, algo muy importante para ser verdaderamente libres, la información. Una información que la propor-cionará un teléfono gratuito de asistencia, una página web, centros de atención a la maternidad y equipos itinerantes. Para que no haya ninguna mujer embarazada que no sepa que, si voluntariamente quiere seguir con su embarazo, cuenta con los medios y apoyo social necesarios.
Así que para mi, y para decenas de miles de valencianos y valencianas, el día 25 de junio ha sido un día de felicidad y esperanza, una fiesta de la democracia participativa, un día que marcará un antes y un después en la protección a la mujer y su derecho a elegir con más libertad sobre su maternidad.
Benito Zuazu Sánchez
Presidente del Foro Valenciano de la Familia