Esto significa que, ante los problemas y conflictos que generen las salidas nocturnas o cualquier otra decisión en relación con un hijo adolescente, como madre o padre debes:
- Evitar las reacciones en espejo con el adolescente. En las situaciones conflictivas en las que tu hijo reacciona visceralmente y con toda la energía imaginable, no le «eches pulsos» ni trates de quedar siempre por encima. Te corresponde poner racionalidad y templar las discusiones evitando una escalada de provocaciones. Si es preciso, pospón la discusión buscando una ocasión más propicia.
- Continua defendiendo tus criterios y valores aunque el adolescente no los comparta y critique duramente.
- No pierdas el control de ti mismo. Para crecer, tu hijo te necesita como referente y como modelo, tanto con lo que dice como con lo que hace.
- No dudes en pedir apoyo a otros padres o a servicios profesionales.
Artículo cedido por CONCAPA.