De derechos y obligaciones

por | Mar 28, 2016 | Artículos

Ayas CorreasEl único derecho de los ciudadanos que debe incluirse en la Constitución es el de ser iguales ante la Ley , “sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de sexo religión opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social “ Todos los demás sobran, bien porque no hace falta citarlos expresamente o bien porque no son, en realidad, tales derechos.

En cambio faltaría incluir las principales obligaciones, que derivadas del derecho a la igualdad de los ciudadanos, tienen los gobernantes y las administraciones públicas respecto a estos.

Digo todo esto por los cambios ideológicos y económicos que se están introduciendo en el tema de la educación últimamente.

La igualdad ante la ley sin discriminaciones obliga a los gobernantes, por ejemplo, a financiar de igual forma y manera a todo centro educativo autorizado, lo gestione quien lo gestione. Ya está bien de manipular ideológica y sectariamente los pagos, ayudas y subvenciones a los centros concertados. Así, además, también se cumpliría la obligación de respetar el derecho a que los padres elijan el tipo de enseñanza que deseen para sus hijos, dejándose de medidas administrativas regulatorias de distritos y cosas por el estilo que no tienen, en la mayoría de los casos, más objetivo que el de discriminar e impedir la libre elección del centro.

No soy partidario del sistema de becas. Creo que lo justo, y concordante con el bien común, sería un sistema de préstamos sin intereses, a devolver una vez finalizada la etapa formativa y en plazo holgado y dilatado. De esa forma los recursos volverían a la sociedad y se podría ayudar a más personas. Pero si se mantiene el sistema de becas, la Administración no tiene derecho a discriminar a nadie en función del centro que éste elija.

Acabo con un apunte: la enseñanza llamada “pública”, en los distintos niveles educativos, en España por desgracia no es neutral, como debería serlo. Es discriminatoria ideológicamente y en ocasiones sectaria. Valga como prueba la tristemente famosa Facultad de Políticas de Somosaguas.  Si tenemos ocasión y la benevolencia de los lectores, espero escribir en un futuro sobre, en mi opinión, este importantísimo tema.

Artículo de Juan Luis Ayas Correas, colaborador del Foro Valenciano de la Familia.

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