Madrid, 28 de Febrero de 2005.- CONCAPA tras un análisis detallado del citado documento ha decidido desvincularse de la Propuesta de Pacto Educativo no asumiéndolo, entre otras, por las siguientes RAZONES:
1.- Las manifestaciones vertidas el pasado 17 de febrero en el Pleno del Consejo Escolar del Estado por algunas de las Organizaciones con las que se ha trabajado sobre el citado borrador -que participaron en votaciones en contra de la legalidad vigente, sin que hasta la fecha hayan sido desautorizadas por sus representantes- impiden cualquier posibilidad de lograr un Pacto Social por la Educación, ya que no podemos confiar en unos planteamientos que varían y son contradictorios en función del lugar y el momento en que se proponen o debaten.
2.- El compromiso de silencio y reflexión ha sido reiteradamente incumplido por algunas de las Organizaciones mediante filtraciones interesadas a los medios buscando confundir a la sociedad y presionar al resto de los participantes, lo que las inhabilita para hacer frente a compromisos de mayor entidad mientras persistan en dicha actitud.
3.- CONCAPA desea obtener un PACTO SOCIAL POR LA EDUCACION que resguarde a nuestras familias de los continuos e irresponsables vaivenes que produce la alternancia política de los gobiernos –como ha sucedido con el del Sr. Rodríguez Zapatero que ha derogado unilateralmente y de facto la LOCE con la pretensión de imponer, en un simulacro de debate y consenso, su particular visión de la educación-.
CONCAPA se opone al secretismo con el que se ha planteado conseguir el Pacto ya que una vez más se hurta a las familias, a la sociedad y a muchas de las Organizaciones Educativas con representación en el Consejo Escolar del Estado intervenir en un debate que debe ser realizado «entre todos y para todos».
4.- CONCAPA, tras reunirse con la mayoría de las Organizaciones que componen la Mesa Concertada, ha constatado el rechazo inequívoco de las mismas a la forma en que se ha propuesto la consecución del Pacto -a espaldas de la sociedad española- por lo que sugiere recomenzar el diálogo con la presencia de todos los agentes educativos y no sólo de los más importantes en función de su mayor representación.
5.- CONCAPA considera que no se pueden transaccionar por terceros derechos y libertades constitucionales como la libre elección de centro o el derecho de los padres a escoger el tipo de educación que debe impartirse en la escuela conforme a sus principios morales o religiosos, cuya defensa corresponde exclusivamente a las Confederaciones de Padres que son quienes representan a las familias.
6.- No resulta creíble la afirmación del MEC de que respetará las premisas del eventual Pacto Educativo en su Anteproyecto de Ley cuando ha anunciado recientemente su inminente presentación para dentro de dos semanas, de lo que podemos deducir que ya está terminado o pendiente de culminación. Tales afirmaciones no pueden tener otro interés que presionar a las Organizaciones para forzar un consenso rápido, ausente de reflexión, a imagen y semejanza de la precipitación exigida al Consejo Escolar del Estado donde, como hemos denunciado, ha estado ausente cualquier atisbo de debate serio y participativo. Nos parece mucho más lógico que a la vista del concreto Anteproyecto de Ley que presente el MEC –tras tantos meses de estéril debate y falso consenso- los distintos Agentes Sociales propongan un Pacto por la educación que dote de estabilidad al Sistema Educativo y contribuya a terminar con el grave fracaso escolar evidenciado por el Informe Pisa.
7.- La posibilidad de que esta Propuesta de Pacto Educativo sea desvirtuada y empleada como coartada que permita al Gobierno pactar con sus socios políticos la existencia de 17 sistemas educativos diferentes y, por tanto, la desmembración del actual sistema educativo exige que CONCAPA no secunde esta iniciativa hasta que el Gobierno garantice la necesaria vertebración y homologación del sistema nacional de educación, perfectamente compatible con el respeto a las competencias de las distintas CCAA.
En definitiva, CONCAPA comunica que se desvincula, por inasumible, de la actual Propuesta de Pacto por la Educación y propone comenzar un verdadero debate, sosegado, dialogado y reflexivo, con la necesaria claridad y transparencia que facilite su consecución, sin hurtar su conocimiento a la sociedad en su conjunto y, especialmente, a las familias españolas con hijos en edad escolar, que son las verdaderas protagonistas afectadas con ésta o con cualquier otra reforma educativa que proponga el gobierno de turno.