Desde comienzos de los años 70 del siglo pasado el aborto pasó a ser legalizado en todo el Occidente y -desde él- se intentó imponerlo a todo el mundo con métodos frecuentemente imperialistas y coactivos hasta subordinar las ayudas al desarrollo a la aceptación del aborto por sociedades que lo rechazaban mayoritariamente. Es muy triste comprobar cómo las agencias especializadas de NNUU (Naciones Unidas) se han puesto al servicio (durante décadas) de la causa del aborto, violando la libertad y coaccionando a Estados del tercer mundo para obligarles a legalizar el aborto por medios que escandalizan a cualquier persona amante de la libertad. Esta presión inmoral de NNUU sigue muy operativa en toda la América latina y gran parte de Africa.A la vez que esta inadmisible presencia pública del lobby proaborista -apoyado y financiado desde el Occidente rico- sigue presionando en todo el planeta a favor de la banalización del aborto, ha empezado la rebelión contra la normalización del aborto en muchos lugares. USA, Polonia, Ecuador, México, Letonia, Hungría, España y otros muchos países son testigos de propuestas legislativas tendentes a comenzar a erradicar la banalización del aborto. Comienza la reversión del aborto banal.
Los países donde se manifiesta con más fuerza esta tendencia a acabar con la normalización del aborto son algunos de los que han estado a la cabeza del abortismo en el pasado: EEUU, que impulsó desde 1973 la banalización del aborto; algunos de los países del antiguo bloque soviético que están empeñados en recuperar los derechos humanos tras la experiencia del totalitarismo comunista; y España, país que en los años 2009/2010 se convirtió en adalid mundialal del abortismo.
Es una guerra mundial: la batalla por la vida. No se decidirá ni hoy ni mañana ni en una sola y aislada escaramuza. Pero un avance o retroceso en un frente local influirá en un sentido u otro en el balance final. La causa de la vida es la causa de nuestra época; porque el aborto es el problema de nuestra época.
