El delegado del Foro de la Familia en Navarra, Juan Antonio Suanzes, mostró su profundo rechazo al programa SKOLAE anunciado por el Gobierno de la Comunidad Foral, puesto que supone «un instrumento para secuestrar ideológicamente a los niños ignorando los derechos de los padres» y anunció que las familias «no vamos a quedarnos sentadas ante esta agresión«.
«Desde el Foro de la Familia denunciamos públicamente esta intromisión de la Administración autonómica foral en el terreno de las libertades privadas, abandonando su carácter neutralmente ideológico, y exigimos la retirada de dicho programa de nuestras escuelas, así como todo intento de suplantarnos a los padres en uno de nuestros derechos fundamentales más importantes: el de educar a nuestros hijos en libertad», destacó Suanzes, que ha solicitado una reunión con la consejera de Educación, María Solana, y ha comenzado los contactos con asociaciones de familia y educación en Navarra para estudiar acciones comunes.
Para el Foro de la Familia, «SKOLAE tiene un problema de base: parte de un concepto erróneo de coeducación, que significa que los centros educativos -como colaboradores necesarios de las familias que son- deben ir de la mano de lo que los padres queremos para nuestros hijos, y no al revés, como impone este documento«.
Con este programa «el único objetivo de la Comunidad Foral es es, una vez más, el de conseguir un nuevo orden social mediante el acceso a las mentes de los más indefensos (los niños) por encima del derecho de los padres, ahora ya desde el nacimiento, por encima de los derechos y libertades fundamentales de los ciudadanos, de la Constitución y de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional y del Supremo».
Adoctrinamiento y confusión «de género»
SKOLAE parte de un análisis de la sociedad extremadamente ideologizado, donde los hombres tienen privilegios y las mujeres no son «ciudadanas plenas». Por ello, el programa obliga a los menores varones a “cuestionarse su masculinidad”, a estudiar los movimientos feministas y a “desnaturalizar” las diferencias en razón del sexo. «Como es habitual, vamos a rebufo de Europa. Cuando en Reino Unido estudian el aumento desproporcionado de solicitudes de menores de cambio sexo y analizan lo que se está transmitiendo a los pequeños, aquí queremos abundar en el error y superarlo con creces».
El gobierno asume así la postura ideológica de género en su forma más radical, obviando el debate público, la libertad ideológica y la diversidad de opiniones. Así lo hace, por ejemplo, al ridiculizar que la diferencia entre los intereses de hombres y mujeres tenga su origen en causas biológicas y psicológicas (hecho demostrado por numerosas investigaciones, entre las que destacan la de Simon Baron-Cohen del Trinity College o la de Camille Schreiner de la Universidad de Oslo).
Las medidas que incluye el programa se clasifican en función de la edad, empezando desde los cero años hasta los 18, entre las que se incluyen algunas en materia de “educación” sexual. Éstas arrancan del concepto de que “la entrega total es un mito del amor romántico, que sirve para perpetuar los desequilibrios de poder existentes”, y proponen adoctrinar a los niños desde su infancia más tierna en una visión del ser humano que se “autoconstruye”, llegando a instarles a realizar juegos eróticos y plantearse su identidad desde la Educación Infantil, con medidas que podrían ser constitutivas de delito según se recoge en la Ley de Protección Jurídica del Menor.