10.- ¿La adopción es un derecho en una pareja de homosexuales?
No. Nadie tiene derecho a adoptar, ni los homosexuales ni los heterosexuales, ni los altos ni los bajitos. Es el niño el que tiene derecho a recibir, vía adopción, lo que ha perdido: un padre y una madre. La adopción sólo se plantea cuando al niño le faltan padre y madre y su objeto es darle, si es posible, lo que le falta, es decir, un padre y una madre.
La adopción no es un tema de derechos de los adultos, sino de derechos de los niños. En materia de adopción el único interés a atender es el del niño; y con los niños no se deben hacer experimentos.
11.- ¿Pero dos homosexuales no pueden ser dos buenos padres?
Dos homosexuales pueden ser dos buenos padres, pero nunca serán una madre, ni buena ni mala. Dos lesbianas pueden ser dos buenas madres, pero nunca serán un padre, ni bueno ni malo.
Y un niño tiene derecho a lo que ha perdido y que motiva la adopción: un padre y una madre.
12.- Si el Derecho admite la adopción conjunta por el marido y la mujer e incluso la adopción por un adulto solo, ¿No se debería reconocer el mismo derecho a dos homosexuales si conviven juntos?
No. La adopción es una institución cuya única finalidad es el interés del menor y sus derechos. El interés del menor exige estar en virtud de la adopción en el ambiente más probadamente seguro y natural, y ese es el de la familia matrimonial. No se deben hacer experimentos con los niños.
Por eso, una legislación sensata es aquella que reserva con carácter general la adopción a los supuestos de personas casadas –padre y madre- para restituir al niño lo que ha perdido, es decir, un padre y una madre. Solo en supuestos excepcionales de previa relación del niño a adoptar con la persona adoptante podría ser aconsejable la adopción fuera del contexto matrimonial.
13.- ¿Pero no existen estudios psiquiátricos que dicen que los niños que conviven con homosexuales son absolutamente normales en su desarrollo y madurez?
Efectivamente, hoy día en un mundo como el nuestro, existen estudios de todo tipo, con todo tipo de opiniones y para todos los gustos. Pero esto no significa que todos esos estudios sean serios, independientes y científicos. En esta materia, con frecuencia se aducen por los defensores de la adopción por parejas del mismo sexo, estudios hechos sobre una base cuantitativamente irrelevante, sin seguimiento en el tiempo de la población estudiada, sin población de contraste y hechos con muestreos preseleccionados y sesgados, cuya validez para extraer conclusiones serias es cercana a cero.
Cuando se trata de los derechos de los niños, alejarse de lo seguro, de lo natural, exigiría una seguridad científica sin sombra de duda hoy inexistente; pues con los niños no se pueden hacer experimentos.
14.- ¿En qué afecta a mi matrimonio que dos personas del mismo sexo se casen?
Que dos personas del mismo sexo celebren una ceremonia llamada boda ante un funcionario no afecta en nada a mi matrimonio. Que desaparezca de la ley una regulación jurídica específica para la unión entre un hombre y una mujer afecta a todos los matrimonios de verdad existentes o futuros pues sin ley que lo regule el matrimonio pierde relevancia social, seguridad jurídica y se difumina en la conciencia colectiva.
Debe haber una ley para el matrimonio hombre-mujer porque es una realidad social muy relevante, tanto por el número de personas que viven conforme a este esquema como porque aporta a la sociedad muchísimo. La dilución del matrimonio en una vaga institución asociativa de contornos difusos hace daño objetivo al matrimonio de verdad.
Un ejemplo: si desapareciesen las leyes singulares que regulan a los partidos políticos, a los sindicatos, a los clubs de fútbol, a las sociedades mercantiles, a las entidades financieras, etc., y todas esas realidades asociativas se regulasen por una ley común sobre colaboración interpersonal de cualesquiera ciudadanos para cualquier cosa, ¿alguien cree que todo el mundo estaría encantado porque habríamos avanzado hacia el igualitarismo más absoluto; o más bien todos (partidos, sindicatos, clubs, empresas, etc.) saldrían perdiendo y con ellos la propia sociedad?
Consultar también:
14 reflexiones sobre las uniones del mismo sexo y el matrimonio (I)
14 reflexiones sobre las uniones del mismo sexo y el matrimonio (II)