Con 51 votos en contra, 17 a favor y 1 abstención el Senado de Colombia rechazó este miércoles el proyecto de ley de matrimonio igualitario que buscaba legalizar las uniones homosexuales en el país.
Este proyecto fue presentado por el senador Armando Benedetti del Partido Social de Unidad Nacional o Partido de la U, en agosto de 2011, y necesitaba 50 votos de los 98 que hay en la Cámara (aunque durante la votación solo 69 estaban presentes).
El movimiento en defensa del matrimonio real 1h1m.org ha publicado en su web en PDF la lista de qué votó cada senador «para que lo tengamos en cuenta en las elecciones del 9 de marzo», y felicitan a todos los ciudadanos que salieron a la calle contra la redefinición del matrimonio, con manifestaciones en al menos 18 ciudades.
Ni el voto de la Asamblea francesa implantando la redefinición del matrimonio en Francia esta semana, ni la votación análoga a favor del matrimonio gay la semana pasada en el Parlamento de Nueva Zelanda parecieron influir lo más mínimo en el Senado de Colombia.
Después de aplazarse el tema el martes, los senadores lo retomaron el miércoles y después de horas de debate decidieron rechazarlo.
Esta decisión se dio mientras partidarios de redefinir el matrimonio y defensores de la familia se manifestaban en las afueras del Parlamento.
Horas antes, el Presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana (CEC), Cardenal Rubén Salazar, había pedido a los senadores acoger los argumentos de la Iglesia y proteger el verdadero matrimonio entre hombre y mujer.
«Nosotros como Iglesia hemos expuesto claramente el sentido que tiene el matrimonio y que equipararlo al 
homosexual afecta a la construcción misma de la sociedad», expresó el Purpurado en declaraciones a ACI Prensa.
El Cardenal reiteró que la Iglesia favorece «la familia como la unión permanente santificada por el Sacramento del matrimonio entre un hombre y la mujer, que ofrezca la posibilidad de que los niños crezcan en un ambiente de seguridad afectiva y que les permita adquiriendo todos aquellos elementos que les permitan poco a poco ir creciendo e incorporarse a la plena vida ya como adultos».
