En cuanto llega el puente que enlaza las fiestas de la Constitución y la Inmaculada se da el pistoletazo de salida a “la Navidad”. Las calles comienzan a llenarse de luces, los escaparates se visten de rojo y dorado y comienzan las campañas de las marcas que nos venden las bondades de productos y servicios. Y con ellos los gastos en comidas, regalos y planes.
El estudio de la Organización Consumidores y Usuarios (OCU) indica que la media ponderada de gasto en cada hogar en este 2023 es de 745 euros por persona, un 17.5%. más que en 2022. Más de 110 euros más que lo que calculó Deloitte en el 2022.
A pesar de que la inflación este subiendo y que los demás indicadores económicos no sean de los más favorable por las guerras en Europa y Oriente Medio, los españoles nos lanzamos a celebrar y a gastar.
Es importante no perder el foco de lo que celebramos en estas fiestas y saber que la Navidad tiene un origen religioso católico que nos invita a estrechar lazos para celebrar la llegada del Niño Dios. Esto no significa que no haya que intercambiar regalos y hacer planes en familia, pero si que debemos plantearlos con el objetivo de estar más unidos.
Tampoco ayuda que hace pocos años importásemos desde Estados Unidos la campaña del Black Friday, que marca el inicio de la temporada de compras navideñas y en el que muchas tiendas ofrecen descuentos significativos en sus productos.
Ahora en muchas familias traen regalos el niño Jesús, Papa Noel y los Reyes Magos. Con esto se pierden tradiciones y se desvirtúa el saber esperar. También el que se sepa claramente que es o no una ocasión especial para recibir un regalo. En una familia los hijos no deben pensar que se les quiere más porque haya muchos regalos varios días, ni tampoco porque se hagan planes a cada cual más espectacular y caro.
Se debe fomentar el estar juntos y para esto no hace falta gastar y gastar. Para los niños puede ser una aventura ir en transporte publico a ver las luces en el centro de la ciudad, compartir juntos unos churros con chocolate o apreciar la belleza de los belenes de la ciudad. Jugar a un juego de mesa toda la familia puede ser apasionante, así como fomentar las manualidades.
También una ocasión perfecta para ver aquellos familiares que no vemos tan a menudo, o están enfermos. Es una manera de enseñar a los más pequeños lo que es el cariño y una buena oportunidad para que conozcan mejor a esa tía o primos más mayores que no tienen oportunidad de verle durante el curso. Los hijos e hijas aprenderán que el primer voluntariado es con su propia familia.
La encuesta de la OCU contiene otros datos destacables como que mas de la mitad del presupuesto los vamos a dedicar a regalos y un buen pico a loteria (hasta 70 euros por persona). También que más de la mitad de los encuestados (55%) asegura que siempre se gasta más de lo que había planeado que un el 35% se siente estresado por las compras y los regalos y que un 30% piensa que recibe regalos poco útiles. Es una encuesta de una muestra representativa pero nos puede ayudar a pensar para plantear mejor el gasto y los planes de estos de Navidad.
El reencuentro y no sólo el consumo es lo que debe marcar estas fechas. Y en la familia es donde hijos y padres aprendemos a que el gasto economico no debe ser lo más importante. Hay que educar en los detalles pequeños, fomentar los regalos hechos por uno mismo, personalizados y pensados con el máximo cariño.
Por Jesús Martos Gómez
