La frase es de todos conocida y se atribuye a Plutarco el haberla recogido en su obra Vidas paralelas al referirse a César, que al parecer sorprendió en flagrante adulterio a su esposa Pompeya. “La mujer de César no sólo debe ser honrada sino también parecerlo”.
La Administración tiene la obligación, no la elección, de ser honrada. Esto se traduce en una correcta administración de los bienes que están a su disposición y cuya distribución debe estar alumbrada por criterios de equidad, dignidad y bien común. El no seguir estos principios y utilizar otros espurios, supone prevaricar, delito que hoy está en boca de todo el mundo, desafortunadamente.
Lo que es cierto para la Administración también lo es para la administración privada; la honradez no es diferente si las estructuras lo son.
Hace pocos días nos enteramos, porque preguntamos, no porque alguien nos llamara, que hemos sido excluidos de una subvención para el sostenimiento de la asociación. Así, sin más. No es una subvención por programas o actividades, no. Es una subvención para vida y funcionamiento. ¿El motivo? Ninguno, aparentemente. ¿La realidad? No les gustamos a los poderes porque la defensa de la familia está directamente en contra de las ideologías que hoy pululan por el espacio social y que son abrazadas vehementemente por los poderes públicos actuales.
Pero resulta que esta acción comporta una flagrante prevaricación. Dichas subvenciones se encuentran recogidas en la Ley de Presupuestos Generales del Estado (nominalmente) y no puede llegar un órgano u organillo de inferior categoría a enmendarlos.
Pero así se ha hecho, y por tanto, actuaremos judicialmente para que se restituya lo comprometido.
Pues nada, el Foro volverá a dar la batalla una vez más. Esperamos la ayuda y comprensión de todos nuestros socios y simpatizantes.