La semana pasada se produjo una noticia de alcance internacional y de enorme trascendencia que ha pasado inadvertida en los medios nacionales, creemos que deliberadamente.
Se trata de la declaración de un grupo de 19 países, liderado por los Estados Unidos, en el que se dice expresamente ante la ONU que “no existe un derecho internacional al aborto”. Además, piden que no se incluyan en los documentos oficiales términos tan ambiguos como “salud sexual y reproductiva” que llevan a equívocos y que están forzando a los países a adoptar políticas marcadas por grupos de presión antifamilia y antivida que distan mucho de representar un consenso mayoritario entre los países.
Se trata de un paso importantísimo y esperanzador en la buena dirección y el sentido común. Llevamos muchos años en los que la “palabra” de la ONU se toma, por parte de aquellos gobiernos cómplices de sus políticas de control de la población mundial, poco menos que como Palabra de Dios. Así, vemos en los preámbulos de todas las leyes “de género” una continua alusión a documentos de la ONU, sus agencias y otros organismos internacionales satélites, que son tomados como “leyes” de obligado cumplimiento que las naciones, por ejemplo, la nuestra, no tiene más remedio que aceptar e incorporar a su legislación.
Evidentemente esto es un fraude, y los legisladores lo saben, y callan. No hay imposición de la ONU que pueda sostenerse si un gobierno se opone. Ni son vinculantes ni implican sanciones. Ahí tenemos a estos 19 países que se han rebelado contra las imposiciones ideológicas de la ONU.
Lamentablemente, España no está entre esos diecinueve, como el lector ya habrá adivinado, y es una auténtica lástima, llamémoslo así, pues un día estuvimos en vanguardia en la defensa de la vida y por la cobardía de unos y la traición de otros perdimos el tren que nos podía haber llevado a liderar a esos diecinueve, que bien podrían ser sesenta.
No desfallezcamos, poco a poco se va avanzando. Luchemos para que el año que viene sean veinte o veinticinco los que se adhieran a la defensa de la vida. El bien es atractivo y reconoce por sí mismo. Confiemos.
Por último, y como homenaje, la lista de “algunos hombres buenos”: Estados Unidos, Bahréin, Bielorrusia, Brasil, República Democrática del Congo, Egipto, Guatemala, Haití, Hungría, Irak, Libia, Mali, Nigeria, Polonia, Rusia, Arabia Saudita, Sudán, Emiratos Árabes Unidos y Yemen.