España es un país con una gran historia medieval y muchos lugares siguen manteniendo ese aire histórico que tanto encandila a turistas y autóctonos. Aquí encontraréis una selección de algunos de los pueblos medievales más importantes para que los tengáis en la agenda y podáis visitarlos en familia.
Ciudad Medieval de Frías (Burgos)
La Ciudad de Frías está ubicado al norte de la provincia de Burgos, a poco más de 70 km. Es uno de los primeros municipios habitados del Alto Ebro y, en la actualidad, conserva un encanto especial, que merece la pena descubrir. Por algo forma parte de Los pueblos más bonitos de España.
De apenas 300 habitantes, es una de las poblaciones más atractivas y con mayor pasado de toda la zona. Su fisonomía parece haber congelado a la villa en el tiempo varios siglos atrás. En concreto en el Medievo.
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Fortaleza medieval de Lorca (Murcia)
La historia y costumbres de la comunidad judía medieval en la región de Murcia, salvo muy contadas excepciones, ha estado de espaldas a la sociedad actual.
Dentro de la fortaleza medieval de Lorca destacan los importantes hallazgos que desde hace unos años están sacando a la luz las excavaciones arqueológicas. Se trata de los excepcionalmente bien conservados restos de una Judería y una Sinagoga del siglo XV. Los restos del barrio judío son singulares por su buen estado de conservación y porque permiten conocer cómo eran los patios, las casas, los baños…, en definitiva la vida cotidiana de los judíos que ocuparon el barrio hace más de 500 años.
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Madremanya, patrimonio artístico y cultural de Girona.
Esta ruta por el Patrimonio Cultural e Histórico de Madremanya permite al viajero conocer los rincones más relevantes de la ciudad y saborear la historia que guardan sus calles y monumentos.
El casco antiguo se eleva sobre una colina presidido por la iglesia fortificada de San Esteban de origen medieval. La antigua muralla cuenta con dos portales, uno por el ala oeste en la calle de San Esteban y otro en la zona norte por la plaza de los Cuatro vientos, traspasar uno u otro es adentrarse en otro tiempo y en otra época con calles estrechas, empedradas, pequeñas plazuelas que se dirigen al centro neurálgico, la iglesia de San Esteban.
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