La ruptura del vínculo matrimonial es siempre un fracaso y los mayores perjudicados de esa situación son los hijos.
Los hijos de padres divorciados arrojan mayores tasas de delincuencia juvenil, fracaso escolar o problemas psíquicos antes de los 18 años.
La experiencia traumática que supone el divorcio de los padres hace que solo un reducido porcentaje de los hijos de padres divorciados decida vincularse matrimonialmente, y de esos, la mayoría terminan divorciándose.
Todas las medidas que la sociedad pueda adoptar para ayudar a reducir el número de familias rotas por el divorcio son de una importancia singular y con enorme trascendencia de futuro.
El Foro de la Familia propone que el marco legal establezca medidas que preserven y apoyen la estabilidad del vínculo entre los cónyuges.
Artículo escrito por Eduardo Gimeno, miembro del equipo editorial del Foro de la Familia