En estos veinte años el Foro de la Familia ha prestado servicios relevantes a la familia en España, pues llegó a convertirse en lugar de encuentro de cientos de miles de personas dispuestas a intervenir desde la responsabilidad social en los grandes debates políticos y culturales sobre el matrimonio, la libertad de educación y la vida. Especialmente a partir de 2004 en que la agenda política española se centró en una verdadera revolución legal en materia de familia (matrimonio entre personas del mismo sexo, divorcio express, aborto como derecho de la mujer, reformas educativas en clave adoctrinadora, implantación de la ideología de género en nuestro ordenamiento jurídico, etc) el Foro se convirtió en referencia y voz pública de las familias españolas.
Tuvimos que crear doctrina y hacer pedagogía pública para afrontar todos esos debates y logramos hacer llegar nuestra voz a toda la sociedad española a través de los medios de comunicación con el apoyo de la movilización en las calles, manifestaciones multitudinarias. El Foro dio así voz a esa amplia parte de la sociedad española que sigue valorando la familia, la vida y la libertad y fue, al mismo tiempo, medio de formación de esas personas, aportando argumentos y formas de decir actuales en materias no siempre fáciles y preparando portavoces para defender nuestras ideas en público.
Estoy satisfecho del trabajo hecho y muy agradecido a los miles de personas, la mayoría desconocidas para el gran público, que como voluntarios del Foro hicieron posible todo ese trabajo. El que no tuviésemos éxito en términos políticos, no es óbice para esa satisfacción pues tengo claro que entre todos hicimos –con más o menos acierto, según los casos- lo que estaba en nuestras manos hacer y eso es lo que se nos puede exigir: no nos cruzamos de brazos y defendimos por todos los medios lícitos en democracia lo que creíamos que era mejor para nuestro país. Y seguiremos haciéndolo.
El Foro ha sido un gran ejercicio de responsabilidad cívica y escuela de compromiso público más allá de los cauces de los partidos políticos, algo poco frecuente en España. Y este patrimonio debe ahora actualizarse, pues la España de hoy tiene poco que ver con aquella de hace 20 o 30 años: ni la sociología de la familia ni los dinamismos políticos son los mismos y por tanto los modos de actuar del Foro tampoco pueden ser los mismos.
La familia tiene nuevos retos en la actualidad y el próximo futuro no menos relevantes que los que se nos plantearon hace veinte años: la agresividad ideológica de los lobbies de género, las nuevas amenazas a la libertad de educación, las propuestas transhumanistas, los vientres de alquiler, la pornografía, la eutanasia … son retos ya inminentes para los defensores de la vida y la familia que el Foro deberá ver cómo afronta.
Lo mejor del Foro siempre han sido sus voluntarios (aquellos que al principio llamábamos “los fedatarios”) y a ellos quiero dedicar un agradecimiento incondicionado en este vigésimo aniversario.
Y, por último, quiero dejar constancia del mejor o, al menos el más visible, fruto de nuestro trabajo en estos 20 años: REDMADRE que ha cumplido ya diez años de vida y salva cada año miles de vidas apoyando a miles de mujeres embarazadas. Solo por esto ya habría merecido la pena el trabajo de los voluntarios del Foro durante estos 20 años de vida.
Benigno Blanco
Abogado, ex presidente del Foro de la Familia