Desde hace años vemos por las calles de nuestras ciudades a los “abuelos-canguro” llevando y recogiendo a sus nietos de los colegios o de paseo si estos no tienen edad escolar. También se ven matrimonios jóvenes dejando a sus hijos pequeños, de entre seis meses y tres años, a horas tempranas de la mañana en guarderías, donde esperan que a media tarde los recoja el progenitor que antes haya salido de su trabajo.
Esto es algo que produce una gran tristeza, ya que la sociedad y, todavía menos, los responsables de la administración aún no son conscientes del daño que se produce entre los miembros de las familias el tema de la conciliación familiar.
España tiene un gran problema: el descenso continuo de población. Hoy por hoy, en los medios de comunicación ya se empieza a hablar del problema que nos encontraremos en un futuro no muy lejano para atender a los pensionistas. Y actualmente ya se está echando mano de la Reserva de Pensiones para pagar el déficit creciente de la Seguridad Social.
Hace casi un año que España no tiene gobierno. Mientras tanto, las decisiones importantes se retrasan.
Es urgente la creación de una política de conciliación laboral y familiar real y efectiva para que las familias españolas no tengan que recurrir, como ocurre en muchos casos, a los abuelos o a estirar sus recursos económicos con el fin de pagar guarderías donde sus hijos pequeños, que no han llegado a la edad de escolarización obligatoria, pueden llegar a pasar más de doce horas al día con el agravante adicional de poder disfrutar, o no, de las ayudas al cheque guardería dependiendo de la Comunidad Autónoma donde resida la familia.
El Foro de la Familia viene alertando desde hace tiempo que hacen falta medidas reales de sostenimiento y apoyo a la familia, medidas que redundarán en el progreso y prosperidad de la sociedad española.
La resolución del problema demográfico que existe en España para por exigir una serie de medidas urgentes a todos los elementos de la sociedad: partidos políticos, empresas, asociaciones civiles, instituciones, etc. Es urgente un pacto nacional por la Familia que haga de la institución más valorada por los españoles, la base fundamental que necesita nuestra sociedad.
Es importante y necesaria la creación de un Ministerio de la Familia, como ocurre en otros países, en el que confluyan todas y cada una de las medidas que se adopten por cualquiera de nuestras administraciones, -locales, autonómicas y nacionales-. Esto sería una medida fundamental para el sostenimiento de nuestras familias.