El presidente del Foro de la Familia, Ignacio García-Juliá, ha lamentado las prisas con las que el Gobierno quiere legislar una materia tan importante como es la Educación para imponer el control de los poderes públicos sobre las conciencias de los menores y provocar a una buena parte de la sociedad.
«Hemos pasado de hablar de un pacto educativo a la exclusión de la mitad de la población. En lugar de avanzar hacia el establecimiento de un modelo educativo como país, independiente de quién esté en el poder, que deje a las ideologías e intereses partidistas fuera de las aulas, se presenta una norma liberticida y totalitaria, con muchas posibilidades de volver a ser derogada cuando haya un cambio de Gobierno», analizó el presidente.
«Las prisas del Ejecutivo en aprobar una ley educativa de un marcado sesgo ideológico y que supone un ataque frontal al derecho y a las libertades fundamentales de miles de familias, profesores y centros escolares son impropias e inadecuadas para tratar una materia tan sensible y fundamental», criticó García-Juliá.
Para el Foro de la Familia, «este Gobierno insiste en los ataques a la libertad y derechos fundamentales de quienes discrepen de su ideología. De ahí los ataques a la escuela concertada, la imposición de una asignatura que vulnera el artículo 27.3 de la Constitución y de numerosos tratados internacionales».
Por último, García-Juliá destacó que las formas para presentarla y el contenido de la norma «son una provocación a más de la mitad de la sociedad para salir a la calle«.