En un reciente estudio de la Fundación BBVA, han analizado el pensar de los europeos en temas tan controvertidos como el aborto, la eutanasia o los vientres de alquiler, entre otros. En resumen, puede decirse que el aborto no es aceptado con rotundidad excepto en Francia y Reino Unido, la eutanasia gana por goleada en todos los países y los vientres de alquiler sólo se rechazan con claridad en Italia.
Podemos pensar, a la vista de estos resultados, que la causa de la Vida o está perdida o en camino de estarlo.
Pero no es así. Analicemos con un poco de profundidad los resultados obtenidos. Empecemos por el último, la llamada gestación subrogada. Solo Reino Unido y Francia la han regulado y eso ha causado un gran debate en los medios. En ambos países se acepta con claridad; en el primero tiene casi un 75% de apoyos. Esto indica que cuando se regula algo, se convierte en Ley, tiene lugar lo que los expertos llaman “el valor pedagógico de la ley”, que es otra forma de afirmar que lo que dice la ley es bueno. Hay sin embargo dos detalles que hacen que estas leyes de gestación subrogada sean diferentes: primero, no afectan a la vida de las personas, sino a su dignidad. Segundo, los papeles se invierten y son los partidos de izquierdas los más combativos en su contra. Así se explica que sean leyes que han sido aprobadas con mayorías liberal-conservadoras.
¿Qué pasa con el aborto? Con el aborto pasa que durante muchos años ha habido un gran debate propiciado por la aprobación de leyes inicuas y el debate ha llegado a capilarizar en la sociedad. Se han podido dar razones, argumentos; se ha discutido, nos hemos manifestado (en España y en muchos otros países) y todo esto ha propiciado que la gente comprenda (en su mayoría) el gran drama que supone para el niño, para la mujer y para la sociedad una ley como esta. Y la desafección a esta ley seguirá creciendo. Los jóvenes son los que más la rechazan.
¿Y la eutanasia? Aquí tenemos un sesgo claro en la muestra. ¿Se ha preguntado a enfermos terminales? No. Como mucho, se habrá preguntado a allegados de enfermos terminales, aunque lo dudamos. Por tanto, la opinión que se está obteniendo como casi mayoritaria es la opinión egoísta de una sociedad hedonista que busca “no complicarse la vida” y no enfrentar problemas de asistencia, ni de sacrificio, ni de amor ni de generosidad. Resulta significativo resaltar que en Italia, que hay una gran Ley de Cuidados Paliativos, es donde más se ha rechazado la eutanasia. Allí sí ha habido debate.
¿Qué conclusión podemos sacar? Podemos decir que cuando el juego no está amañado, cuando se puede debatir en libertad, cuando se puede dar “razón razonada” de las cosas que defendemos, entonces actúa la verdadera pedagogía, la pedagogía de la verdad que acaba imponiéndose por sí misma.
Por tanto, hablemos, hablemos de estas cosas; demos nuestras razones y que, sin esperar a que se tramite una ley, exista un caldo de cultivo que pueda hacerla frente.