Coincidiendo con la fecha de entrada en vigor de las leyes del aborto en España (1985 y 2010), el pasado lunes 5 de julio organizamos en Madrid, desde la plataforma de Cada Vida Importa, un acto de celebración por los supervivientes del aborto.
Ante la propuesta de reforma del Código Penal para intentar condenar a quienes ofrecen ayuda a las madres sin apoyos que se ven abocadas al drama del aborto, cuatro madres que siguieron adelante con su embarazo gracias a estas ayudas contaron su experiencia real en primera persona. Fue un verdadero honor contar con voces autorizadas para exponer la realidad, en el marco de la promoción actual de la cultura de la muerte, del descarte, del abandono a las personas más vulnerables y de la discriminación por razón de la etapa de desarrollo vital.
Para terminar el acto, tuvo lugar un minuto de silencio por los más de 2 millones y medio de personas no nacidas víctimas de la tragedia del aborto en España desde 1985 (datos oficiales del Ministerio de Sanidad), seguido de una larga ovación por todos los supervivientes a esta injusticia, gracias a la valentía de sus madres y al apoyo de diversas organizaciones civiles que hoy se ven perseguidas por las autoridades.
Cada año, en España mueren cerca de 100.000 seres humanos por culpa del aborto. Es como si un día al año se llenase de personas inocentes el estadio Santiago Bernabéu hasta completar el aforo, butaca por butaca, para acabar con sus vidas en el acto. Y aún habría unas 20.000 personas a las puertas del estadio, esperando su turno. Es una barbaridad inhumana, nunca nos acostumbremos a leer o escuchar las cifras de las vidas humanas truncadas por esta tragedia como si de cualquier otro índice estadístico se tratase.
En estos tiempos de corrientes ideológicas tan nocivas para el ser humano, cabe recordar que el aborto es tremendamente machista. Mientras que, por un lado, se criminaliza al varón a través de sectores feministas radicales, por otro lado se le exime de cualquier tipo de responsabilidad en lo que a asumir las consecuencias de sus actos sexuales se refiere. Esto es lo que ocurre en el aborto, donde el padre del hijo sigue siendo el gran olvidado, y donde se traslada a la madre en exclusiva toda la responsabilidad -responsabilidad que, por otra parte, se le anima a abandonar empujándole a acabar con la vida de su hijo, sin ofrecerle alternativas-.
A pesar de la reciente aprobación en el Parlamento Europeo del denominado “Informe Matic”, que pretende convertir una discriminación palpable en un derecho exclusivo de las mujeres, desde la plataforma Cada Vida Importa recordamos que hay motivos para la esperanza, sobre todo ante el anuncio de la próxima revisión del fallo del caso Roe v. Wade por parte de la Corte Suprema de E.E.U.U., caso que abrió las puertas de toda la legislación actual para acabar con vidas humanas inocentes.
Javier Rodriguez,
Director del Foro Español de la Familia.