Ivana es madre de tres hijos. Es además
periodista por vocación y lleva ejerciendo esta profesión desde hace bastante años, algo no precisamente sencillo de
conciliar. Sin embargo, «no quiero licencias en el trabajo por ser mujer ni por ser madre. Sí, es verdad que a veces he tenido que sacrificar mi vida personal por la profesional… como tantos hombres».
«Me niego a desprenderme de mi feminidad y de vivir mi maternidad plenamente. Tampoco renuncio a mi trabajo. Para poder conciliar estos extremos, en la situación actual, mi marido ha sido fundamental», destaca. «Más que pedir privilegios para nosotras, debemos insistir en la corresponsabilidad. Cuando mis hijos han estado enfermos y yo tenía un contrato por obra, ha sido su padre el que se ha quedado en casa a cuidarlos. Con normalidad. Eso es conciliar«.
Para Ivana, «
el hombre y la mujer no somos iguales. Somos complementarios y necesarios ambos para la familia, la empresa y la sociedad. Tenemos nuestras propias características que, si las hacemos confluir,
todos ganamos. Intentar eliminar una parte, o pretender que una se transforme en la otra y ocupe su lugar nos debilita a todos».
«Yo soy feliz siendo mujer. Me siento una persona fuerte, me niego a que me conviertan en una víctima de la sociedad para aprobar leyes que anulen al hombre y me den derechos que ya tenemos, gracias al trabajo de grandes mujeres».
Respecto a los puestos de responsabilidad en las empresas, Ivana no cree que el mayor número de varones en estas posiciones sea debido al machismo. «Lamentablemente, el entramado empresarial está montado de forma que para ascender hay que dedicarle un exceso de tiempo al trabajo. Los hombres que apuestan por la familia en lugar de por las horas extra nunca llegarán a directivos. No por ser hombres, sino porque han optado. Pues lo mismo le pasa a las mujeres».
«Claro que necesitamos medidas de conciliación, y enseñar en la corresponsabilidad a hombres y mujeres. Que quienes quieran priorizar el trabajo y ascender, puedan hacerlo, pero que se apoye a la familias para quienes apuestan por ellas», termina.