Ante la eventual inminencia del comienzo en España del debate sobre la reforma de la legislación en materia de aborto, si españa caminase en línea de recuperar el compromiso con la defensa de la vida y la maternidad, se incorporaría a los países más avanzados en la materia, como EEUU, que ya están en fase de superar la cultura de la muerte implantada a partir de los años 70 del siglo pasado para avanzar hacia un progresivo y creciente compromiso con la cultura de la vida.
Poder participar en un debate de este calado histórico, exige de todos nosotros un gran sentido de la responsabilidad y de la prudencia que no se puede poner en riesgo ni por infantilismos ni por protagonismos cortoplacistas.
Poder coadyuvar a que en Europa se den pasos en este comienzo del siglo XXI a favor del derecho a la vida, es una responsabilidad que debemos aprovechar inteligentemente. Es muy importante que los defensores de la vida en la sociedad española hagamos patente ante el conjunto de la sociedad, que representamos un clamor inteligente, sostenido, con gran proyección de futuro.
La celebración del Día Internacional de la Vida es una gran ocasión para hacer patente nuestras reivindicaciones y el estilo con el que estamos dispuestos a sostener este debate, que se ganará o no más que en el parlamento, en el entramado de la sociedad civil que es dónde se configuran las tendencias de fondo de las mentalidades mayoritarias en el próximo futuro que son las que sostendrán la vigencia de las leyes.