Para los próximos meses de intenso debate sobre el aborto, debemos aprender a conocer las estrategias habituales de los abortistas que hemos visto desplegadas con gran eficacia en el reciente caso de El Salvador. Primero explotan con profunda demagogia un caso extremo, sea real o inventado, repitiendo machaconamente en medios de todo el mundo eslóganes fácilmente comprensibles por cualquiera y logran así un amplio eco de gente que comparte sus ideas, de gente desinformada que se deja arrastrar por el sentimentalismo, sin profundizar de verdad en aquello sobre lo que está opinando y de muchos frívolos que se limitan a repetir como ‘papanatas’ lo que creen que cae bien a la opinión pública.
En el caso de Beatriz de El Salvador, se inventaron un grandísimo e inminente peligro para la vida de la madre, que no existía, e intentaron generar un clamor universal con el mensaje de que «quién no apoyaba el aborto quería matar a la madre»; y sobre ese clamor, desplegaron un verdadero chantaje contra el Gobierno del país para que legalizase el aborto.
Lecciones que se pueden aprender: primero, hay que enterarse muy bien del caso concreto del que se habla sin dejarse manipular por quienes lo presentan de forma sesgada desde el principio para inducir una única conclusión posible; al caso concreto hay que aplicar los principios éticos inderogables sobre el respeto a la vida, pues siempre permite hacer luz sobre cualquier circunstancia por compleja o dramática que esta sea. Segundo, hay que saber que algo no es verdad necesariamente aunque lo repitan muchos y lo coreen personas presuntamente inteligentes y formadas. Hoy día es posible manipular a la opinión pública mundial al servicio de una mentira y de una causa ideológica.
Los defensores de la vida debemos desplegar nuestra estrategia de comunicación con profundo conocimiento de aquello de lo que estamos hablando, con gran coherencia intelectual y moral, y con un profundo amor a la verdad de las cosas que nunca se deje tentar por la demagogia del ambiente por fuerte que esta sea.