La Educación es la clave para el futuro de nuestros hijos. Pero no habrá un verdadero cambio educativo si las familias no son las protagonistas, deben estar dentro de la comunidad educativa. Las familias y los profesores se necesitan mutuamente.
En la educación de los niños es clave que eduque la familia y que la escuela acompañe en esa educación. Para educar de una manera completa hace falta la tribu entera, es fundamental.
Desde hace mucho tiempo estamos metidos en una crisis en el mundo educativo debido a los cambios constantes en los planes educativos. Sin embargo, aunque el sistema no acompañe, sí se puede empezar a generar el cambio.
Los cambios empiezan en cada aula con el profesor; en el colegio con el claustro de profesores; en cada familia con los padres. De manera gradual y con tiempo se conseguirán cambios sustanciales.
La clave de estos cambios está en encontrar puntos de encuentro y buscar la convergencia entre padres y profesores y desterrar la idea de que son incompatibles o adversarios.
Hay muchas familias que no saben cómo colaborar con la escuela. Y hay muchas escuelas que no saben abrirse a los padres. Hay que hacer sentir a los padres parte fundamental del colegio. Hacen falta herramientas adecuadas para buscar y despertar el interés y la motivación de los padres para cobrar más protagonismo en la escuela.
Cuando los padres se implican en el proyecto educativo del colegio o escuela a la que asisten sus hijos, es más fácil que el proyecto educativo de la familia se active de manera eficaz.
El proyecto familiar debe ser primordial en la educación de los hijos pero el proyecto de la escuela se debe adaptar, o por lo menos acompañar, a los padres. Cada familia es distinta y necesita cosas diferentes, de ahí la importancia de la implicación de los padres en la educación. Deben compartir ideas y experiencias para que haya un trabajo verdaderamente colaborativo.