El pasado domingo, 10 de mayo, Roma vivió por quinto año consecutivo, una nueva marcha por la vida. En esta ocasión fueron más de 40.000 personas las que marcharon por las calles de la ciudad eterna a favor de la vida.
Según los organizadores, en esta marcha no sólo se trataba de defender la vida del no nacido, sino también de ser testimonio contra la eutanasia, tema que preocupa cada vez más a la sociedad italiana.
A lo largo de la marcha hubo varios testimonios de mujeres que interrumpieron su embarazo por diversas circunstancias pero el discurso de todas era unánime: no dejar de contar la dura realidad que vivieron ellas para ayudar así a otras madres que se estén planteando el aborto como única salida.
Un testimonio especialmente duro y emotivo fue el de Mary Rathke, una mujer que nació fruto de una violación. Su testimonio deja patente el craso error de permitir los abortos en caso de violación, pues ella es un ejemplo claro del «contraargumento» en esta materia, los hijos de violación no son monstruos.
Para más información pincha aquí.