Esta semana, después de algún que otro debate que he mantenido en redes sociales sobre feminismo y aborto, he visto oportuno buscar los datos concretos y sacar algunas conclusiones que me dispongo a compartir porque creo que pueden ser de gran interés.
Antecedentes: con las elecciones a la vuelta de la esquina, los distintos partidos políticos hacen malabares para diferenciarse de los demás a la vez que esto les permita atraer la mayor cantidad de votos. El feminismo actual, aunque poco a poco va cayendo por el propio peso de sus postulados incoherentes, es un filón del que algunos pretenden hacer bandera. Por eso, pelean entre sí por ver quién es el más radical en la defensa del mismo, y se escuchan auténticos sinsentidos cuyo único objetivo es llamar la atención de la persona de quien se quiere el voto.
Uno de estos brindis al sol es la afirmación de que el aborto es un derecho. Cada vez que lo leo/oigo/veo, me veo obligado a contestar que no es cierto, que el aborto no es un derecho en ningún ordenamiento jurídico del mundo, y que lo que sí es, es un fracaso personal y social donde una vida humana inocente muere (no se interrumpe) por una decisión arbitraria de terceras personas. Y aquí comienzan los debates.
Normalmente, lo que me encuentro en frente siempre es un “es mi cuerpo, yo decido”, “tú como hombre no puedes opinar”, y poco más. Y ellos se encuentran en frente un “es el cuerpo del bebé, y no decide nada” o un “claro que puedo opinar, porque los bebés tienen padre, y porque el aborto es machista por fomentar la irresponsabilidad del hombre que tiene sexo y abandona a la mujer dejándole sola durante el embarazo”.
Lo que más me llama la atención es que el movimiento feminista actual, por las razones expuestas y por los datos que me dispongo a compartir, no condene en bloque una práctica machista que consiste en la segunda causa de muerte para las mujeres en España.
En los últimos treinta años, el 48,42% de las personas nacidas en España han sido mujeres (media a partir de los datos obtenidos del INE). Aplicando ese porcentaje al total de abortos voluntarios producidos en España en el mismo período (sólo los comunicados al Ministerio de Sanidad), concluimos que son 1.100.668 las mujeres que han muerto abortadas. Más de un millón de mujeres menores de 30 años que no podrán acudir a la manifestación 8 de marzo, igual que no pudieron acudir ni siquiera al paritorio. Porque otros decidieron por ellas.
Desde el año 2002 el aborto es la segunda causa de muerte para las mujeres en España, sólo por detrás de las enfermedades del sistema circulatorio, y por delante del cáncer. De media, son 48.500 las mujeres abortadas cada año en nuestro país.
Me parece interesante conocer esta realidad, para poder defender con datos y argumentos lo que más de un millón de jóvenes españolas inocentes jamás podrán defender, porque otros decidieron que acabar con sus vidas era “su derecho”.
Javier Rodríguez
Director Foro de la Familia