En respuesta a esto y otras resoluciones de la Asamblea General y del ECOSOC, el Instituto de Doha para el Estudio y Desarrollo de la Familia y la Federación para la Orientación Familiar (IFFD), junto a la coordinadora del Programa de Familia de Naciones Unidas, han organizado diferentes eventos en Bruselas en la sede del Comité de las Regiones.
La jornada informativa que tuvo lugar el 5 de junio reunió a miembros del Parlamento Europeo, funcionarios de la Comisión, representantes de la sociedad civil y otros actores interesados en la familia. S. E. Noor Al Malki, directora ejecutiva del Instituto de Doha para el Estudio y Desarrollo de la Familia, destacó en su discurso de bienvenida la necesidad de “políticas más explícitas para hacer frente a los retos que hoy en día afrontan las familias”, porque “los individuos no viven en el vacío sino dentro de una familia”, e invitó a los gobiernos y a la sociedad civil a “aprovechar la oportunidad que ofrece la celebración del XX Aniversario del Año Internacional de la Familia para hacer un llamamiento a los gobiernos y que tomen medidas para fortalecer la institución familiar y para mejorar su bienestar a través de la puesta en práctica de políticas, estrategias y programas efectivos a nivel nacional e internacional”.
La ‘discriminación oculta’
La jornada tuvo lugar en el Comité de las Regiones, representado por Thomas Wobben, director de Políticas Horizontales, quien señaló que las familias están siendo, a la vez, víctimas de la crisis económica y refugio para muchos de sus miembros en los diferentes países de la Unión Europea. En sus propias palabras, “comprobamos que los Estados Miembros pueden hacer frente a la crisis, gracias al papel primordial que juegan las familias, porque son siempre las que mantienen unida a la sociedad”.
Anna Záborská, presidenta del Grupo de trabajo sobre la Familia en el Parlamento Europeo, hizo su discurso de apertura mencionando la “discriminación oculta a la cual se enfrentan los padres y las madres cuando no se les reconoce la gran contribución que hacen a la riqueza pública de un país cuando educan a sus hijos”, e insistió en que “las mujeres y las madres son las primeras inversoras del entramado social”.
Dominic Richardson, analista de la Division de Política Social de la OECD, habló de “pobreza y políticas para las familias en Europa”. Según sus palabras, los principales objetivos de las políticas sociales deben ser “el impulso de la libre elección de los padres para conciliar trabajo y vida familiar, permitiendo que puedan tener hijos cuando quieran, flexibilizando el mercado de trabajo, promoviendo la igualdad de género, reduciendo la pobreza familiar y permitiendo el desarrollo de los niños”.
Barbara Trentin, del Ministerio regional de Asuntos Sociales de la región del Veneto, explicó diferentes proyectos desde el punto de vista regional, incluyendo el “soporte legal y económico a las empresas que están dispuestas a ofrecer programas propios para la conciliación de familia y vida profesional, servicios de atención a los menores y esquemas flexibles para el cuidado de las personas con discapacidad”.
Para lograr ‘metas ambiciosas’
Tras la mesa redonda, Lieve Fransen, directora de la Estrategia Europea 2020: Políticas Sociales, pronunció el discurso de despedida sobre ‘Estrategias orientadas hacia la familia para consolidar la conciliación entre trabajo y familia’. Señaló que las ambiciosas metas fijadas para los próximos años necesitarán gran esfuerzo y constancia por parte de los Estados Miembros y otros actores interesados, especialmente en lo que afecta a mujeres y jóvenes.