María Valerio | Madrid
Aunque desde hace décadas se sabe que los anticonceptivos de última generación ocasionan más riesgo de trombos que sus predecesores, no ha sido hasta ahora cuando la Agencia Europea del Medicamento (EMA) se ha decidido a lanzar un proceso de revisión de esta familia de píldoras.
A instancias de las autoridades francesas, la EMA revisará los datos disponibles sobre los anticonceptivos de tercera y cuarta generación (cuyos principios activos son desogestrel, gestodeno o drospirenona); y que sólo en Francia consumen 2,5 millones de mujeres.
La UE insiste en que no hay ninguna razón para que las mujeres dejen de tomar sus anticonceptivos, aunque señala que pueden consultar con su médico si tienen cualquier duda o temor.
Francia ha iniciado este movimiento a raíz de varias demandas presentadas por usuarias de estas píldoras (muy conocidas por nombres comerciales como Yasmin o Dretine), que consideran que los accidentes vasculares que han sufrido son consecuencia de esta medicación.
De hecho, el país galo ha tomado en las últimas semanas algunas medidas para tratar de reducir las dispensaciones de estas píldoras de última generación, aunque no puede retirarlas del mercado por estar autorizadas a nivel comunitario.
En cualquier caso, la UE insiste en que aunque existe un riesgo de trombos superior al que tienen otras píldoras anticonceptivas de primera y segunda generación, el riesgo en números absolutos es muy bajo («entre 20 y 40 casos por cada 100.000 usuarias por año»), porque se trata de eventos muy poco frecuentes entre las mujeres que toman estas pastillas para no quedarse embarazadas.
Una idea en la que coincide el doctor Ezequiel Pérez Campos, presidente de la Fundación de la Sociedad Española de Contracepción. «Desde su aparición en el mercado en la década de los noventa, se sabe que estos fármacos tienen mayor riesgo trombótico que sus predecesores», aunque insiste que se trata de un riesgo pequeño en términos absolutos. «Como la propia EMA indicó hace una semana, las mujeres no deben cambiar la pauta a raíz de estas revisiones porque el riesgo de accidentes vasculares es mayor durante el primer año de tratamiento, y si cambian de anticonceptivo volverían a empezar otra vez el riesgo», apunta este especialista que admite que los fármacos a revisión son los más utilizados en la actualidad.
El doctor Pérez Campos recuerda la importancia de hacer una buena historia clínica a cada mujer antes de recetarle cualquier anticonceptivo, porque en el caso de aquellas con antecedentes familiares claros de tromboembolismo (u otros factores de riesgo) existen píldoras únicamente a base de gestágenos que no se han asociado a estos problemas vasculares.
También Diane 35
Casualidad o no, estos no son los únicos fármacos que Francia ha puesto en el ojo del huracán europeo en las últimas semanas. Además de revisar el popular relajante muscular Myolastan por los problemas de piel que puede ocasionar, la agencia francesa del medicamento (ANSM) también ha puesto en la picota ‘Diane 35’, indicado únicamente para el tratamiento contra el acné, pero que muchas mujeres siguen usando como anticonceptivo (tanto en Francia como en España).
Las autoridades galas han reconocido que en los últimos 25 años se han registrado cuatro muertes por trombosis venosa ligadas a Diane; a las que habría que sumar otros 125 casos de «efectos no deseados del fármaco», que sólo en aquel país toman unas 315.000 mujeres.
El caso lo destapó el diario ‘Le Figaro’ y las autoridades se han visto obligadas a anunciar una revisión completa de Diane y otros fármacos genéricos similares.
Como indica a este periódico el Ministerio de Sanidad, en nuestro país hace siete años que Diane está indicado únicamente para casos graves de acné, hirsutismo o alopecia androgénica, aunque como denuncia el doctor Pérez Campos, muchas mujeres lo siguen empleando para evitar quedarse embarazadas por su composición a base de estrógenos y un derivado de la progesterona. «Tal vez por desconocimiento, o porque está financiado, pero el caso es que con esto no hay un escándalo como con los otros anticonceptivos», apunta el especialista.