A fin de no quedarnos en impresiones subjetivas, de vez en cuando merece la pena echar un vistazo a los números para comprobar cómo está objetivamente la familia en nuestro país hoy. Veamos algunos datos significativos referidos al año 2017 y que tomo de un reciente trabajo de María Teresa López, investigadora de Acción Familiar.
– El 60% de los españoles (28 millones de personas) vive en un hogar familiar, es decir, una pareja y los hijos.
– El 19% de los españoles (8,7 millones de personas) vive en pareja sin hijos
-El 6% (4,6 millones de personas) vive solo. De ellos, el 67% (2,7 millones) son menores de 65 años solteros o divorciados, un 25 mayores de más de 75 años y un 10% tiene entre 65 y 75 años.
– Entre los mayores de 35 años, el 70% de las personas está casado.
– Hay en España 12,2 millones de parejas. De ellas, el 85,4% son parejas casadas y el 10,3 son parejas de hecho.
– Se celebran 171.000 matrimonios al año, el 27% por el rito religioso y el 73% son bodas civiles.
– Cada año hay unos 100.000 divorcios.
– La edad media del matrimonio es 36 años (37,5 para los chicos y 34,6 para las chicas)
– Hubo 410.000 nacimientos. De ellos, un 46% de madre no casada.
– De los 9,6 millones de parejas casadas que hay, el 99,5% son de personas de distinto sexo y el 0,4% (47.000) del mismo sexo.
– En España hay 18,08 millones de hogares: de ellos, el 34,3 están constituidos por pareja e hijos, el 21,2% son parejas sin hijos y el 25,3% son hogares unipersonales.
– Hay 675.955 títulos de familia numerosa expedidos, de las cuales un 63% son de 3 hijos
– Respecto a la “violencia de género”, un 28,41 de los casos se da entre cónyuges o ex cónyuges (que representan el 85,4% de las parejas existentes) y un 45,42% de los casos entre parejas de hecho o ex parejas de hecho (que representan el 10,3% de las parejas existentes).
A la luz de estos datos me atrevo a sacar algunas conclusiones:
- a) La familia sigue siendo -como siempre- el modo de vida de la inmensa mayoría de los españoles a pesar de las leyes, las políticas y las ideologías.
- b) Más que de una crisis de la familia, yo hablaría de una crisis del matrimonio como institución, cosa lógica ya que hoy el matrimonio en nuestras leyes es algo muy poco apetecible y atractivo (una unión entre dos adultos desvinculada de la paternidad/maternidad y solo protegida por el Derecho durante tres meses a partir de la boda)
- c) A esa crisis del matrimonio, se une una crisis de fecundidad que hunde sus raíces en un complejo fenómeno cultural, moral y religioso.
¿Qué cabría pedirle al Estado en estas circunstancias? Leyes y políticas públicas que devuelvan al matrimonio una solidez institucional que vuelva a hacerlo atractivo y leyes y políticas que remuevan los obstáculos a la maternidad/paternidad de tipo económico, laboral, etc. Lo demás está en manos de la sociedad civil a la que corresponde impulsar la revolución cultural profamilia y provida que nuestro tiempo necesita.
Benigno Blanco Rodríguez
Abogado