Cuando desde el Foro de la Familia reclamamos a las Administraciones Públicas que en sus actuaciones incorporen la perspectiva de familia, lo que manifestamos es que la familia no es algo asistencial que en función de las capacidades de cada momento se ayuda más o menos.
La familia es fundamento de nuestra sociedad, en la que se procrean y cuidan nuevos ciudadanos que serán la base de la existencia futura de esa sociedad.
De la misma manera que la sociedad ha asumido la necesidad de defender el entorno en el que se desarrolla, y todos aceptan como necesario evitar causar daños medioambientales y no entra en la discusión política ni mediática la necesidad de establecer pautas y controles que garanticen una reflexión sobre la repercusión que cualquier actuación pública pueda tener sobre el entorno medioambiental, no parece lógico que no se establezcan medidas de seguimiento y control sobre la repercusión en la familia de cualquier actuación pública.
Esta reflexión del efecto de cualquier actuación pública sobre la familia se vería beneficiada si se estableciesen procedimientos y organismos que la promovieran y la coordinaran a nivel estatal, pero mientras tanto, está al alcance de cualquier responsable público en su ámbito de actuación.