“La conciliación no es solo cosa de madres, ni tan siquiera de mujeres. La conciliación nos atañe a todas las personas”.
Así reza en su web el movimiento social #mamiconcilia, cuya fundadora, Usúe Madinaveitia, es madre de un niño de dos años.
Usúe fue despedida de su trabajo cuando disfrutaba de su baja maternal, y fue el momento en que decidió ponerse manos a la obra con esta iniciativa. Asimismo, ha impulsado el movimiento #papiconcilia, en el que participan padres directivos de distintas compañías.
Hoy nos cuenta cómo ha sido el germen de todo y cómo debemos seguir trabajando para que algún día haya una verdadera conciliación en nuestro país.
¿Cómo nacen los movimientos #mamiconcilia y #papiconcilia?
Cuando faltaban tres semanas para incorporarme tras la baja de maternidad, me invitaron a irme de la empresa en la que trabajaba. En aquel momento no podía quitarme de la cabeza una pregunta que era: ¿cómo hacen las mujeres directivas para conciliar la vida familiar con la laboral?
De mi inquietud surgió un ebook titulado #mamiconcilia que recogía el testimonio en primera de 28 mujeres directivas. El día del lanzamiento, en vísperas del Día de la Madre de 2014, fue trending topic en Twitter, dando origen a un verdadero movimiento social que despertó el interés de los medios. Desde entonces no ha habido un mes que no hayamos salido en los medios de comunicación.
A pesar de la buena acogida, hubo algunas voces críticas en las redes sociales que reclamaban la existencia de un #papiconcilia. Así, 6 meses después lanzamos un nuevo ebook que recogía el testimonio de padres que se implican de forma corresponsable en la crianza de los hijos y las tareas domésticas.
Y como también nos preguntaron qué pasaba con los hombres directivos, este año hemos lanzado un nuevo ebook con testimonios de 12 directivos de 7 importantes compañías: Mantequerías Arias, Schibsted, Wolters Kluwer, Mahou San Miguel, Mondelez, Adams Formación y Xerox. El ejemplo de los directivos es fundamental para cambiar las cosas.
¿Dónde reside el problema de la conciliación en nuestro país?
Hay muchos aspectos que dificultan la conciliación en nuestro país.
Hasta hace relativamente poco, la mujer se encargaba de los cuidados y el hombre de mantener económicamente a la familia. Cuando la mujer se incorpora al mundo laboral, el hombre no se implica proporcionalmente en las tareas domésticas y de cuidados por lo tanto, la mujer acaba asumiendo un doble papel.
El mundo de la empresa, creado por y para los hombres, sigue sin tener muy en cuenta a la familia y la persona más allá de la productividad.
La brecha salarial hace que sean las mujeres las que acaben solicitando reducción de jornada o excedencia para asumir los cuidados familiares. Esto, sumado a las bajas de maternidad y permisos de paternidad escasos y desiguales, perpetúa a la mujer en el rol histórico de cuidadora y dificulta la conciliación.
Además, existe una arraigada cultura del presentismo por la que los empresarios valoran más las horas que el empleado pasa en la empresa que la verdadera productividad. La jornada partida, con más de una hora para comer, desayunos de trabajo y cañas o eventos afterwork también complican la conciliación.
La conciliación tiene dos patas: la laboral y la propiamente familiar. ¿Crees que estamos dando los pasos adecuados para conseguir primero la conciliación dentro de las familias?
Hay una tercera pata muy importante que es la personal. Desde el movimiento divulgamos que la conciliación empieza en cada uno de nosotros.
En general pienso que en España tendemos a echar balones fuera. Pretendemos que sean las empresas o el Estado los que nos solucionen el problema de la conciliación. Y está claro que todo sería mucho más fácil si empresas y Estado nos allanaran el camino. Pero nosotros, como personas y como familias, podemos hacer mucho para mejorar la conciliación, empezando por reclamar que se cumplan nuestros derechos en la empresa y repartiendo las responsabilidades en casa.
¿Qué deben hacer los directivos de las empresas para que sus empleados puedan conciliar? ¿Existe alguna fórmula mágica universal?
La palabra mágica es “flexibilidad”, que permite trabajar cuando y donde mejor le venga al empleado, con unos objetivos bien definidos que permitan medir su productividad.
Cuando se habla de conciliación se piensa en mujeres y más concretamente en madres, lo cual es un error. Toda persona necesita poder conciliar su vida personal, familiar y personal. El que no tiene hijos, porque tiene padres, una mascota o un hobbie, por poner otros ejemplos.
Las medidas de conciliación que ponen en el centro a la mujer, lejos de beneficiarnos, nos perjudican, ya que fomentan la discriminación laboral hacia la mujer. En igualdad de condiciones, un empresario prefiere contratar a un hombre que a una mujer porque es poco probable que comparta la baja de maternidad con su pareja o que pida una reducción de jornada o excedencia para el cuidado de menores o personas dependientes.
Una medida que mejoraría la corresponsabilidad de raíz sería que los permisos fueran iguales, intransferibles y pagados al 100%. Los hombres se implicarían igual que las mujeres en el cuidado de sus hijos. Los hijos serían criados en igualdad y, desde pequeños, verían natural cuidar e implicarse en las tareas domésticas.
Es importante visibilizar y naturalizar las tareas de cuidados por parte de los hombres. Creo que en ese sentido nuestro proyecto #papiconcilia juega un papel muy importante.
Una iniciativa de #mamiconcilia es #salpuntual. ¿Crees que se puede combinar con hacer y acabar bien tu trabajo?
Sin duda. La productividad no tiene por qué estar ligada a un horario ni a la presencia en una oficina. De hecho, si por regla general, no somos capaces de salir a nuestra hora, solo puede haber dos motivos: o nuestro trabajo está sobre dimensionado o somos poco productivos.
¿Entiendes que muchos días, por las circunstancias de la vida, salir a la hora no es posible? Todo se entiende mejor en un contexto de flexibilidad y corresponsabilidad trabajador/empresa.
¿Entenderá la empresa que por las “circunstancias de la vida” no todos los días llegaré puntual, acudiré a la oficina e incluso puede que algún día me vaya antes de cumplir mi horario?
¿Cuál es la historia más bonita que te has encontrado en tu aventura #mamiconcilia? ¿Y con #papiconcilia?
Actualmente contamos con más de 200 testimonios publicados. Elegir dos es complicado… A bote pronto me vienen dos a la mente. No sé si son las historias más bonitas que me he encontrado, pero sí probablemente las que más me hayan marcado.
De #mamiconcilia, la de Joana Saldón. Es periodista, como yo. En su testimonio describe la renuncia tan grande a nivel familiar que suponía trabajar en la tele. Finalmente, aunque la televisión era su sueño, Joana decide apostar por la maternidad. Entonces crea un exitoso blog de viajes en familia.
De #papiconcilia, la de Antonio Hernández, que además forma parte de nuestro proyecto #políticoconcilia. Él nos habla de pasado, de cómo su madre, divorciada, se las ingenió para sacar a tres hijos adelante. Y también del futuro, porque todavía no es padre, pero desde 2010 espera la llegada de su hijo adoptado. Y decidió ser maestro para poder dedicarle más tiempo.
¿Qué país es ejemplo de conciliación? ¿Por qué?
Los países nórdicos en general. Suecia, por ejemplo, cuenta con una baja de 480 días (16 meses) compartidos entre padre y madre con el 80% del salario hasta los 390 días.
Hay muchas guarderías, todas públicas. Cuando los niños están enfermos, padres y madres tienen 60 días al año cada uno para poder hacerse cargo de su hijo enfermo. La Seguridad Social se hace cargo. Los impuestos son muy altos. El horario es flexible y están estudiando con éxito la posibilidad de reducir la jornada a 6 horas.
¿Qué ha conseguido #mamiconcilia?
Hemos dado voz a los ciudadanos, les hemos empoderado para que se atrevan a reclamar conciliación.
Además, en estos dos años y medio hemos hecho una campaña a la conciliación con la ayuda de los medios de comunicación valorada en más de un millón y medio de euros, consiguiendo que los partidos políticos incluyan en sus programas electorales medidas de conciliación.
¿Qué queda para que el gobierno y las empresas estén concienciados y se actúe verdaderamente a favor?
Para que empresas y gobierno apuesten por la conciliación, queda que entiendan que la conciliación es beneficiosa para todos, porque el resultado son personas más felices, sanas y productivas.
Conoce más de cerca a Usúe:
- Tu estado en Whatsapp: “Hey there! I am using whatsapp”. Dice mucho de mí, lo sé 😀
- Un lugar donde perderte con tu marido: Nueva Zelanda.
- Comida favorita: Difícil elección. Disfruto mucho comiendo.
- Una manía curiosa que tengas: Ordenar los jerseys por colores.
- Última película: Cigüeñas.
- Último libro que te has leído: «El cerebro del niño». Daniel J. Siegel y Tina Payane Bryson. Muy recomendable.
- Una persona que ya no esté y que te gustaría abrazar ahora: A mi amigo José. Aprendimos mucho de él en su lucha contra el cáncer.