Ese lugar donde toda persona desarrolla su capacidad para relacionarse con el resto es la familia; el lugar en el que los hijos adquieren los valores que en su etapa adulta serán capaces de irradiar allá por donde pasen; ese lugar donde se aprende a vivir con más personas, a compartir y a exigir a la vez.
Como en todo, y más en la educación de los hijos, es muy importante el ejemplo: lo que los niños vean en casa será lo que realmente los eduque, así como enseñarles poco a poco pequeñas costumbres que construyan personas comprometidas con los demás y su entorno.
Entre sus primeras palabras deben estar “por favor” y “gracias”; deben asociarlas a un clima de respeto por aquellas personas que tienen a su alrededor y saber que nadie tiene derecho a exigir nada de nadie.
Es el momento en el que se despierta su curiosidad e inquietud cuando hay que enseñarles a respetar las opiniones de los demás, a pedir perdón y a asumir las consecuencias de sus actos, por pequeños que sean; deben aprender a no querer tener siempre la razón y enseñarles que en la vida nadie está por encima de nadie.
Es bueno empezar a transmitirles la generosidad y la solidaridad cuando empiezan a ser conscientes de que vivimos en sociedad. La lealtad y la honestidad también son tesoros de los que deben empaparse. El mundo en el que vivimos está lleno de gente muy distinta y deben aprender a vivir y respetar al de al lado.
La fortaleza, la perseverancia y la responsabilidad son valores que arraigarán en la vida de los hijos en la medida en que los vean en la vida de sus padres. Cada persona es distinta y el carácter de los hijos es distinto, pero desde pequeños hay que enseñarles a ser fuertes emocionalmente; es importante saber decir que no a sus caprichos, corregirlos cuando hacen algo mal y felicitarlos cuando lo que han hecho está bien. El esfuerzo es el paso previo a cualquier éxito, por tanto, deben saber que con trabajo y constancia es como se consiguen las cosas.
Educar a los hijos es una tarea que lleva tiempo, esfuerzo y sobretodo cariño, pero en eso está la clave.
La clave está en la educación. La educación en la familia. Y el ejemplo es el mejor modo de hacerlo.