Decía la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, hace apenas una semana que «no existe el derecho a tener un hijo». Lo refería para justificar el rechazo de PSOE y Gobierno a la propuesta de Ciudadanos para regular la maternidad subrogada. Sin embargo, el 6 de julio se anunciaba que las parejas de lesbianas y las mujeres solteras podrán acceder a la fecundación in vitro a costa de la Seguridad Social.
Es decir, que si eres lesbiana o mujer soltera –single, en inglés, que queda más fino-, SÍ tienes derecho tener un hijo. Sin padre. Argumentará la señora Calvo que el niño así no es un producto que se compra y se vende, sino un regalo, un derecho. Un obsequio que pagará el Estado, la quebrada Seguridad Social, es decir, todos y cada uno de los españoles.
Vaya por delante que, para el Foro de la Familia, NO existe el derecho a tener un hijo. Un hijo tiene derecho a tener un padre y una madre. En la adopción, y por nacimiento. No siempre podrá ser posible por múltiples circunstancias de la vida, pero es lo ideal.
Para la vicepresidenta, la ideología está por encima de los derechos. Y la Ideología de Género es EL Derecho. Si aparece alguna persona que se sitúe dentro de las siglas LGTBI se abren las puertas, y donde dije digo digo Diego. E incluso tratan de buscar argumentos que eviten la contradicción que se encuentra en el fondo de ambas decisiones.
En plena cruzada contra la ‘pobreza infantil‘ -o sea pobreza familiar-, el Gobierno Sánchez no ha debido mirar los informes sobre las familias con niños con mayor riesgo de pobreza y exclusión… porque resulta que son las familias monoparentales formadas por una madre y uno o -sobre todo- varios hijos. O sea, que quieres acabar con la pobreza infantil y abres la puerta a más familias a las que atender, a las que rescatar de la pobreza.
Sin salir de las razones económicas, la Seguridad Social, esa misma para la que, para cuadrar las cuentas están preparando un impuesto a la banca -que también pagaremos los ciudadanos-, será la que se haga cargo de los costes. Para las familias numerosas, que realmente son quienes combaten el invierno demográfico a pesar de las dificultades, ni una palabra, ni un gesto.
¿Y a todo esto, el niño, qué? Porque se habla de los derechos de todos, salvo de los del niño, el verdadero protagonista sobre el que gira todo. Aquel cuyos derechos y bienestar deberían prevalecer sobre los intereses o deseos de los (las) adultos en este caso. Para que nazca un hijo se destruirán o congelarán decenas de embriones. Pero esos no cuentan, de esos no se habla. Pero se hablará. En breve, volverá el debate sobre la investigación-destrucción- de embriones. Al tiempo.