La estabilidad matrimonial es el requisito indispensable para que se forme la familia en toda su potencialidad, es el ambiente idóneo para el cuidado y crecimiento natural y psicológico de los niños y proporciona el soporte para la madurez de los cónyuges.
Como consecuencia de la banalización de la relación matrimonial y de la concepción del matrimonio como un «contrato de sentimientos» que puede romperse cuando el sentimiento desaparece, las cifras de rupturas matrimoniales aumentan cada año.
Hay muchos estudios que avalan la idea de que el mayor perjudicado en un proceso de divorcio es el niño pero también repercute, y mucho, en los propios cónyuges y en la sociedad.
Por eso desde el Foro de la Familia solicitamos que se complemente la legislación actual de forma que la estabilidad en el compromiso matrimonial sea protegida por el marco legal y que, quienes libremente lo decidan, se sientan apoyados legalmente en su voluntad de construir familias estables ya que la familia es, de hecho, el mayor y mejor recurso que tiene la sociedad.