El amor es una cosa y el matrimonio otra

por | Mar 8, 2013 | Noticias | 6 Comentarios

El amor es una cosa estupenda, pero las leyes no pueden regular el amor ni la afectividad ni la sexualidad, salvo que estemos en un Estado totalitario que quiera meter al Gobierno en el terreno de los sentimientos particulares. El matrimonio, por contra, es mucho más que un sentimiento aunque presuponga sentimientos estupendos; es una institución básica y esencial para la vida social basada en la configuración dual de la especie humana en hombres y mujeres que a través de su mutua interrelación hacen posible la generación de nuevas vidas humanas.

Por eso el matrimonio, a diferencia del amor, no se agota en la intimidad de las personas sino que genera naturalmente relaciones jurídicas que se proyectan más allá de la esfera individual de las personas que se quieren, pues afecta a terceros indefensos como son los niños en un haz de derechos y obligaciones transidas de exigencias de justicia. Es decir, el matrimonio es naturalmente jurídico a diferencia del amor que conceptualmente no lo puede ser.

Por eso, el matrimonio es una unión entre hombre y mujer que, por supuesto, se supone que se quieren mucho; pero qué, más allá de quererse, crean una relación con mutuas exigencias de justicia que se proyectan a través del potencial hijo al conjunto de la sociedad, interesada en que haya niños y en un ambiente prolongado de protección, educación y cuidado.

Querer reducir el matrimonio a un sentimiento para incorporar al matrimonio a cualesquiera que se amen, al margen de que generen o no una estructura matrimonial abierta a la vida, es un inmenso fraude intelectual.

 

Benigno Blanco

Presidente del Foro de la Familia

Foro Familia