¿Puede confirmar que el proyecto de ley del no nacido no sale adelante?
No. Creo que estamos ante un globo sonda de una parte del Gobierno y el PP; globo sonda que anuncia una postura absolutamente verosímil dado lo avanzado de la legislatura. Pero no creo que haya una decisión definitiva al respecto. Por eso es muy importante que el Gobierno reciba un mensaje claro de la sociedad civil: el voto provida no es un voto cautivo. Al revés: es el PP el que es rehén de sus compromisos electorales en esta materia y la sociedad civil le pasaría factura si traiciona sus compromisos. Los tiempos en que los partidos mayoritarios manipulaban a su antojo a la sociedad han pasado, en la izquierda y en la derecha.
¿Por qué puede haber tomado esta decisión el Gobierno?
Como he dicho, no creo que la decisión esté tomada, aunque es verosímil que se planteen tomarla. Por eso es importante que entidades como el Foro de la Familia hayan hecho llegar un mensaje claro al Gobierno: si van por ese camino, se encontrarán con una campaña para que no se vote al PP. Ahora ya somos los ciudadanos los que decimos a los políticos lo que pueden hacer y no ellos los que nos comunican lo que han decidido hacer. Espero que el PP no se equivoque: las circunstancias han cambiado. Tomándole la expresión a Podemos, la «casta» ya no decide al margen de un pueblo indolente y pastueño. Ahora nosotros tomamos nuestras decisiones y si los políticos no nos siguen, pagarán el precio en términos de voto.
Rajoy tiene miedo de perder votos. ¿Se puede cuantificar cuántos votos perdería si no sale adelante la reforma?
Si no sale adelante la reforma, serán cientos de miles los españoles (¿quizá millones?) los que dirán con su voto «no» a esa eventual traición a lo comprometido. Solo con que los manifestantes del 17-O 2009 y un amigo de cada uno de ellos no voten al PP, éste no tendría ninguna posibilidad de tener una mayoría suficiente. Y aquellos manifestantes mostraron en las calles de Madrid que sí están comprometidos en serio con «la vida, la mujer y la maternidad».
¿Sería partidario de permitir el caso del aborto por malformación para que salga adelante el proyecto?
No. Yo soy partidario de una sociedad sin un solo aborto, de una sociedad cuyas leyes protejan siempre y sin excepción la vida de todos los no nacidos, de una sociedad que no deje sola a ninguna embarazada ante sus problemas. Si una nueva ley avanza en esa dirección la aplaudiré… en la medida en que avance hacia ese objetivo. El aborto eugenésico es especialmente indignante porque no solo elimina el derecho a la vida sino que lo hace porque el niño es un enfermo, es decir, alguien que merece -precisamente por su enfermedad- más protección aún.
Muchos movimientos sociales han hecho un gran esfuerzo por sacar adelante esta reforma. ¿Ahora qué?
Ahora como ayer, con nueva ley o sin ella: defensa de la vida, solidaridad activa con la embarazada para ayudarla a ser madre, presencia cultural para transformar las conciencias a favor de la cultura de la vida, lobby social y político para avanzar progresivamente hacia el ideal: una sociedad sin abortos. La causa de la vida es la causa de nuestra época y la de siempre, más allá de este gobierno o aquel, de esta ley o aquella… y de los intereses coyunturales de éstos o aquellos.
