El Senado argentino ha devuelto al país andino a su tradicional postura de defensa de la vida, y, desoyendo las presiones de los grupos abortistas, dijo «no» al proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Tras 16 horas de sesión en la Cámara de Senadores del Congreso Nacional en Ciudad de Buenos Aires –la sesión comenzó a las 15:00 horas del miércoles en España y terminó a las 07:45 de la mañana de ayer–, los partidarios de mantener el aborto como una actividad ilegal se impusieron por 38 a 31 a los partidarios del «sí» a un texto aprobado previamente el 14 de junio en la Cámara de Diputados. Hubo dos abstenciones y una ausencia.
Tras esta votación, en la que se constató la división en el seno de los distintos partidos, queda postergada la posibilidad de abordar de nuevo el IVE –todo un debate nacional– en la Cámara de Diputados al menos hasta marzo del año que viene. Sin embargo, en 2019 están previstas elecciones presidenciales, por lo que se considera improbable que vuelva a la agenda del Congreso antes de 2020.
De acuerdo con los últimos datos oficiales del Ministerio de Salud, 245 mujeres embarazadas murieron en 2016 por distintas causas. De este total, 43 defunciones (17,6%) fueron por un «embarazo terminado en aborto». Esto lo sitúa como la principal causa individual de la mortalidad materna en el país. Al final de su discurso, Cobos promulgó: «Entiendo que nadie, absolutamente nadie, puede estar a favor del aborto, no podemos resignarnos y aceptar que interrumpir una vida es una solución».
Por su parte,, Solanas manifestó la intención de mantener la presión para legalizar el aborto, al menos hasta la semana 14 de gestación. «Que nadie se deje llevar por la cultura de la derrota. ¡Bravo, chicas! Ustedes han levantado alto, el honor y la dignidad de las mujeres argentinas. Esta noche tiene un pequeño descanso, pero en poquitas semanas todas de vuelta de pie, porque si no sale hoy, el año que viene vamos a insistir».
De esta forma se mantendrá vigente en esta materia el Código Penal de 1921 que reconoce sólo cuatro supuestos para permitir la interrupción voluntaria del embarazo: peligro de muerte de la mujer, violación, riesgo para la salud si no hay tratamiento y atentado contra el pudor de enfermas mentales. Siempre ha de practicarlo un médico, que tiene derecho a objetar.
Ante el fallo del IVE, en Presidencia analizan impulsar la despenalización de la mujer en la reforma del Código Penal, que se enviará este mismo mes al Congreso.