Una vez más hemos sido convocados a unas elecciones, o mejor a unas cuantas. Siempre que nos hemos visto inmersos en estos procesos, el Foro de la Familia ha puesto a disposición de aquellos a quienes pueda interesar unos criterios de elección que ayuden a orientar en su voto.
Dicho sea con antelación que no se hablará de partidos políticos ni de personas. Al Foro, como asociación, y dado su carácter no confesional y apartidista, no le corresponde hacer campaña por una u otra opción.
1.- Estas elecciones no se van a dilucidar en clave de familia. Aunque el tratamiento que se da en España a la familia, es decir, su desprotección, sea un elemento fundamental de la convivencia y de nuestro porvenir como Nación, estas elecciones nacen con una convivencia previa tan viciada, podíamos decir incluso que interesadamente viciada, que los problemas que acucian a la familia pasan a un segundo plano.
2.- En estas elecciones sí se va a hablar del modelo de educación para nuestros hijos. O dicho más concretamente, de la libertad de los padres para elegir la educación que quieran para sus hijos. Aunque pueda no estar en la agenda política de muchos partidos, lo cierto es que se han alzado voces, y se seguirán alzando, ante el hartazgo de los padres por los modelos cambiantes, interesados y no neutrales que se tratan de imponer.
3.- De la Ideología de Género también se va a hablar en estas elecciones. Ante el fracaso de las ideologías que han sustentado históricamente a los partidos de izquierdas, y en muchas ocasiones apoyadas por partidos de derechas, han visto necesario unir a sus votantes con ideologías aglutinadoras que apelan al sentimiento y la confrontación sin atender a la razón y la naturaleza. Esto seguirá así y utilizarán todos los instrumentos de manipulación necesarios para imponer a la sociedad sus postulados. Y decimos imponer, no proponer.
4.- El espectro político está muy fragmentado. Esto nos llevará a un escenario de alianzas entre partidos que puede decantarse de uno u otro lado. La situación es tan volátil que se hace imposible un pronóstico, ni siquiera una aproximación. Pero una cosa sí ha cambiado: son unas elecciones en las que necesariamente se excluirá al que no hable claro sobre los temas que de verdad preocupan. Hay heridas en la sociedad, como es el aborto, que continúan abiertas. Basta su sola mención para que se exacerbe el debate, prueba inequívoca de que no existe consenso y mucho menos «una ley con la que todos estábamos de acuerdo». Este Foro ya anunció hace años que la ley del aborto daría o quitaría mayorías, y acertamos plenamente.
5.- La llamada «violencia de género». El debate está continuamente en los medios y seguirá estando, precisamente porque a este debate no se incorporan las claves que pueden estar realmente en sus causas. De entre las muchas posibles está la pornografía que se consume masivamente y que «cosifica» a la mujer y hace percibir comportamientos aberrantes como si fueran normales. Metidos en la cadena «todo el mundo lo hace-por tanto, es normal-lo que es normal es bueno-lo que es bueno es exigible», nos encontramos con una sociedad que tiene una visión deformada sobre la sexualidad y el amor humano al que ha desposeído de toda idea de compromiso y entrega y sólo ha dejado la «cáscara» del egoísmo y el placer inmediato. Nos llevamos las manos a la cabeza con el comportamiento de «las manadas» sin querer ver que esos comportamientos están al alcance de un «clic» en los ordenadores de nuestros adolescentes y jóvenes (y no tan jóvenes).
En nuestras manos está el cambiar este estado de cosas. Buscar aquellas opciones que fomenten la convivencia, defiendan la vida y la libertad de los padres para educar a sus hijos se hace hoy más urgente que nunca. Merece la pena detenerse un momento y valorar lo que nos jugamos. Ya hemos superado, incluso, el concepto de voto útil. Hoy podemos hablar del voto para salvar una sociedad que puede desaparecer tal y como la hemos conocido.